El último presupuesto
Dos cabras muertas tras el ataque de una manada de lobos y otras dos desaparecidas. Todavía hay una emergencia de lobos en Umbría a daños a las actividades agrícolas y ganaderas. El episodio ocurrió en los últimos días en una finca de Gubbio, a poco más de 100 metros de casas habitadas. El segundo ataque en 8 meses en la misma zona. Y si bien las zonas interiores se ven ciertamente más afectadas, los animales salvajes, en manadas más o menos numerosas, se acercan peligrosamente no sólo a las granjas sino también a las zonas residenciales.
Criadores de rodillas
“Si las cosas no cambian, nuestros agricultores perderán su derecho a hacer negocios - afirmó Mario Illuminati, miembro del comité ejecutivo de Cia Umbria y director regional de Zootecnia -. Los ataques de animales salvajes ponen de rodillas a los criadores y al ganado de Umbría. No es cierto que todos los problemas del sector deban resolverse a nivel europeo; la Región de Umbría puede hacer su parte. Urgen medidas específicas y focalizadas, como contribuciones únicas para las LGD, como ya está sucediendo en otras regiones. Pero también ayudas para la instalación de vallas acordes al número de ovejas y cabras en propiedad y, para el ganado vacuno, vallas en la zona de parto o primer período de vida de los terneros para quienes crían animales salvajes o semisalvajes.
Otras medidas a tomar
Y de nuevo, entre las medidas que podrían ayudar a las explotaciones ganaderas también está la aportación de vallados antijabalíes y ungulados en zonas desfavorecidas donde la cría es el principal ingreso de la empresa para garantizar la producción de cereales y leguminosas para la alimentación de sus animales calculando el superficie a cercar en función de las unidades ganaderas adultas, es decir, del tamaño de la explotación en propiedad y, en consecuencia, de la cantidad mínima de cereales y leguminosas necesarias para el uso exclusivo de la explotación y estableciendo en todo caso un límite".
Mesa verde
Esto se debe a que el daño causado no es sólo la pérdida de la cosecha anual que también podría compensarse, sino que es precisamente la imposibilidad de producir estos cultivos a largo plazo y absolutamente necesarios con un relativo aumento de los costos porque se ven obligados a comprarlos en otros lugares. . Y por último el llamamiento de Matteo Bartolini, presidente de la Cia Umbría y vicepresidente nacional: "Pedimos la convocación urgente de una mesa verde en la Región para discutir los problemas y buscar soluciones inmediatas" (fuente: CIA Umbría).