El sol ya calienta lo que la luna llena había enfriado. Al entrar en el bosque, pintado por las pinceladas de los altos troncos negros de los árboles, a veces doblados por ráfagas de viento, uno tiene la impresión de escuchar su lamento. Chirridos, chirridos, chirridos de nuevo, son los picos desnudos que se acarician siguiendo el ritmo del viento. En el suelo, largos surcos llenos de agua para marcar un camino que avanza, el recuerdo de los leñadores y sus cargas de árboles arrancados por la lluvia y el viento. El té trota profesionalmente, ahora a mi derecha, ahora a mi izquierda, su nariz en alto buscando en el aire olores de caza sabes. Entonces la veo seguir a uno más fuerte, estirándose hacia la izquierda.
Lo detiene, marcado por el sonido más esperado, pero inmediatamente interrumpido por Regina que, nervioso, sale volando bajo y lejos. Este fue el comienzo de una pelea que duró toda la tarde y fue ganada por la traviesa Dama. Inmediatamente la mente persigue experiencias pasadas y examina y evalúa el presente mirando, emocionado, el hilo de una posible victoria. La tradición dice que una Reina más ligera se presiona cuanto más se convierte en fantasma, pero el desafío se lanza y la madera, mientras se queja, no puede quitarle el placer de recoger ese guante.
Armados de deseo y pasión, Tea y su cazador, comienzan una búsqueda metódica y paciente para encontrar el próximo garaje, y nuevamente descubren, después de las emociones del caso, que ella ya se fue. El calor es tan fresco que Tea está segura de que todavía está ocupada, pero la decepción del vacío no disuelve la pasión desenfrenada. Y luego, más lentamente, casi escondidos detrás de cada árbol, continuamos encontrando a la esquiva Dama.
Fantasmas en el bosque, que, quejándose, crea como una banda sonora en nuestra búsqueda por escoger la flor que tanto nos apasiona. Cada vez, cuando nos acercamos, ya lo vemos en vuelo que aún se nos escapa, sin que la escopeta pueda interrumpir, con su trueno, el lamento del bosque y la huida de la Dama. Quince veces lo volvemos a encontrar y quince veces se niega a volar. Exhaustos, pero felices, nuestras miradas se encuentran y parece que al unísono se deciden, dejarla con vida ahora es imprescindible, ella misma lo ha elegido con sus trucos, y luego como buenos compañeros retomamos el camino a casa cansados, derrotados pero sin arrepentimientos. .
El bosque con sus gemidos parece aprobarlo, pero en ese momento el hada reaparece, vuela tranquilamente por el camino que hay sobre nosotros, viene a nuestro encuentro, quizás para decirnos que no está realmente cansada. Dos truenos parten de mis frías cañas cuando pasa sobre nuestras cabezas, no son para matar, sino para darle el honor de las armas a quien nos dio emociones mágicas en una tarde jugando con nosotros entre los lamentos de un bosque encantado.
CONCURSO LITERARIO # PASIÓN POR LA CAZA OBJETIVA
Ópera compitiendo por la categoría literaria.
Andrea Dario Manzi Fe
Aumente sus posibilidades de ganar. Vote, comparta en Facebook e Instagram y haga que sus amigos voten.