Banal e irrespetuoso
La polémica sobre el calendario de caza lanzada por el consejero regional Emanuele Imprudente está estos días tan caliente como el clima. “Si no fuera trivial e irrespetuoso, se diría que el delegado de Marco Marsilio, esta vez, realmente intentó dar coherencia a su apellido – afirma una nota de Italcaccia -. Lo que sí es cierto e indiscutible es que la próxima temporada de caza, tal y como ha señalado el consejo regional deAbruzzo, no es bueno para nadie, con Italcaccia a la cabeza, una de las principales asociaciones de caza italianas."
Contra cazadores
“Una vez más, por enésimo año – ataca decididamente Francesco Verì, secretario regional de Italcaccia – la Región de Abruzos, con el concejal Imprudente, logra publicar, para la nueva temporada de caza, un calendario decepcionante y deficiente en todas sus formas. Ahora está claro que el mundo de la caza de Abruzzo está en constante declive, con una Región que se sitúa abiertamente en el lado opuesto de los cazadores, evitando la posibilidad de comparación con todas las asociaciones reconocidas en el sector o, mejor aún, escuchando sólo a un pequeño porcentaje. de representación. Italcaccia ha indicado repetidamente la posibilidad de realizar una apertura general de la temporada de caza el tercer domingo de septiembre o a partir del 2 de octubre, de modo que se habrían resuelto los problemas de presión cinegética sólo sobre algunas especies".
Fechas previas a la apertura
“Además, habría sido oportuno – continúa – cambiar la fecha de inicio del adiestramiento canino, para no hacerla coincidir con las fechas establecidas para las preaperturas. Desde hace varios años, esta asociación pide que se regule y se redacte un pliego de condiciones para el uso de las llamadas en vivo permitidas por la ley y el censo de las vigilancias fijas, pero, hasta la fecha, la región de Abruzzo es la única en el centro de Italia que no está equipada. con este tipo de regulación. Una innegable intención punitiva y persecutoria encuentra, indiscutiblemente, confirmación en la desconcertante decisión de aceptar, acríticamente, la opinión emitida por ISPRA, incluso en la parte en la que no se expresan valoraciones técnicas con evanescentes consideraciones de mérito, fuera de la competencia de ese instituto y, por lo tanto, por jurisprudencia consolidada, no vinculante", concluye Verì.