"Hemos estimado derribar selectivamente entre 5 mil y 8 mil cabezas, sin olvidar, sin embargo, que en el último año Ya se han matado 4 mil ejemplares. Ahora necesitamos mejorar las habilidades de matanza selectiva, dirigiéndonos a los individuos que hacen crecer a la especie. Esta actividad debe estar vinculada a un sistema de tratamiento de carne para que los animales sacrificados puedan ingresar una cadena de consumo estandarizada". Para hablar así es el profesor Domenico Fulgione, del Departamento de Biología de la Universidad Federico II de Nápoles, que vuelve a gestionar, después de haber ocupado ya este cargo en el pasado, el Plan de Gestión de la emergencia del jabalí. en Cilento.
Él y su equipo tendrán la tarea de contrarrestar lo que ahora se ha convertido una verdadera plaga al sur de la provincia de Salerno, con redadas en centros urbanos y daños cada vez mayores al sector agrícola. Sin olvidar, lamentablemente, también los accidentes de tráfico. Y para el profesor, el único camino a seguir es el de la matanza selectiva. “La solución más eficaz es la matanza selectiva, restando a los individuos responsables del crecimiento demográfico de la especie - añade Fulgione - Obviamente, es fundamental hazlo selectivamente porque de lo contrario corremos el riesgo de hacer un doble daño, haciendo que su presencia prolifere "(La Mañana).