Con la sentencia de 18509 de este año la Tribunal de Casación rastreó y explicó la diferencia entre un arma de fuego común y un arma de guerra. El caso examinado fue el de un Carabinieri que retuvo ilegalmente, incluso llevándose en lugares públicos, dos municiones de guerra, en concreto cartuchos para un Beretta calibre 9 parabellum. El recurso a la Corte Suprema fue motivado por el hecho de que balas de este tipo representan una munición de arma de fuego común, según consta en la jurisprudencia de legitimidad.
Además, el solicitante explicó que el cargador era simplemente un accesorio del arma. Entre las otras razones de la Corte Suprema, está la del falta de potencial ofensivo intrínseco. Según los jueces, de hecho, en nuestro país se venden municiones para armas de fuego comunes que están dotadas de una mayor capacidad ofensiva y que pueden ser depositadas libremente por los particulares.
Tra l'altro, Beretta ha certificado armas de fuego largas con recámara para el calibre 9 × 19 parabellum como armas de fuego comunes. La prohibición absoluta que contempla la ley sobre la compra, posesión y porte de tales pistolas debe referirse también a la actuación del fuerzas armadas o policia, pero no pueden clasificarse como armas de guerra.
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