Ley 157 de 1992
El Comité Nacional de Caza y Naturaleza, promotor de una actividad cinegética sostenible y respetuosa del equilibrio natural, expresa su satisfacción por la decisión del Gobierno de incluir en la ley de presupuestos 2023, que acaba de aprobarse, la reforma por la que se modifica la ley 157/92 de protección de fauna y caza. La proliferación descontrolada de la vida silvestre, e especialmente ungulados, representa hoy un elemento nocivo para nuestra economía y para nuestro territorio, constituyendo además un peligro para la salud pública. La propagación de enfermedades extremadamente peligrosas como la peste porcina, los accidentes de tráfico y los daños a cultivos y estructuras denunciados diariamente por los agricultores y atribuibles al tránsito de estas especies han hecho necesaria la intervención del gobierno.
Las palabras del presidente Zipponi
Sobre este tema, el presidente de la CNCN, Maurizio Zipponi, en efecto declaró que: “La Ley 157/92 celebra este año su trigésimo cumpleaños y se refiere a una situación faunística muy distinta a la actual. Los ungulados, en el pasado extremadamente localizados y en cantidades mucho menores, no representaban un peligro significativo ya que no se aventuraban en áreas antropizadas, como ocurre ahora. Por ello se ha visto necesario modificar una parte de la ley que no responde a las necesidades que representa la situación actual”. La CNCN también considera infundadas las preocupaciones relativas a la voluntad del gobierno de liberalizar la caza sin límites y fronteras, subrayando el alcance incremental de las actividades previstas para el control de la fauna, que se ordenarán en función del nivel de criticidad detectado por las instituciones tras escuchar la opinión de la 'ISPRA.
Contención de vida silvestre
Finalmente, en cuanto al papel de los cazadores, es necesario considerar que el control y contención de las especies de fauna silvestre no constituyen cacería y que las acciones de matanza serán realizadas únicamente por personas con licencia para el ejercicio de la caza y previa asistencia de cursos de formación autorizados por los órganos competentes, con la posible intervención del personal del Mando de Unidad para la protección ambiental, forestal y agroalimentaria de los Carabinieri. (Fuente CNCN)