Una presencia creciente
Los cormoranes son un problema del que se habla muy poco. No son pocas las regiones que tienen que ver con i daños relacionados con estas aves, como bien atestigua lo ocurrido en los últimos días en el Valle de Aosta. Según las estadísticas oficiales, se encuentran entre 100 y 170 ejemplares sobre todo a lo largo del Dora Baltea, pero también en el valle medio-bajo. Las consecuencias negativas asociadas con ellos han llevado a la Región a adoptar el camino difícil.
La opinión favorable de ISPRA
Recientemente, de hecho, la junta dio luz verde al plan de control de cormoranes, que tendrá una duración total de 4 años. Entre otras cosas, el plan se puso en marcha tras la opinión favorable del ISPRA (Instituto Superior de Protección e Investigación Ambiental), un detalle que debería hacer reflexionar a la rama de los derechos de los animales antes de hacer las habituales proclamas contra la caza.
Las palabras del comisario
Giuseppe Isabellon, consejero regional de Recursos Naturales, comentó la iniciativa de la siguiente manera: “El Plan se ha elaborado con el objetivo de limitar el impacto de la depredación de cormoranes, tanto a través de la posibilidad de intervenir sobre su consistencia numérica, como a través de actuaciones de perturbación y abatimiento que se realizarán únicamente en las zonas de valor ictiofaunístico comprobado y llevadas a cabo realizado exclusivamente por el personal del Cuerpo Forestal del Valle de Aosta, en estrecha colaboración con las oficinas regionales competentes".