La referencia a la Constitución
Las asociaciones ENPA, LAC, LAV, Lipu y WWF Italia han tomado conocimiento del contenido del proyecto de ley que circula en los ambientes de caza y que Gobierno Tiene intención de presentarlo, quizá ya en el próximo Consejo de Ministros, y luego enviarlo al Parlamento. Esta es su reflexión: «Se trata de un texto impregnado de ideología cinegética y extremista que, en la práctica, cede a los cazadores la fauna salvaje y los espacios naturales que la Constitución reconoce como patrimonio de todos y de las generaciones futuras, burlando la ciencia y los derechos ciudadanos».
Directivas europeas
La devastadora “reforma gubernamental”, elaborada bajo el dictado de los sectores más extremos de las asociaciones de caza, sin ningún acuerdo con el mundo ecologista, presenta elementos de clara inconstitucionalidad y entra en conflicto con las directivas europeas en la materia, pero evidentemente todo esto no parece interesar a quienes nos gobiernan: satisfacer al propio electorado de referencia vale la matanza indiscriminada de cientos de millones de animales, la privatización de la naturaleza y nuevos procedimientos de infracción que no pagarán ni los ministros ni los cazadores, sino todos los ciudadanos italianos.
Un proyecto que va en contra de las normas europeas
Desde el inicio de la actual legislatura, el Gobierno de Meloni se ha mostrado obsesionado con el consenso sobre la caza, lo que ha llevado al Parlamento a promulgar decenas de disposiciones destinadas a socavar progresivamente la protección de la fauna silvestre. Insatisfechos, ahora se preparan para una medida drástica, intentando silenciar un proyecto que atenta contra las normas europeas, contra los animales, pero también contra las personas, su seguridad, la libertad de disfrutar de las áreas protegidas, sus sentimientos y su cultura, y también contra el desarrollo económico de este país. Las asociaciones harán todo lo posible para evitar que este atropello se convierta en ley; por ello, hacemos un llamamiento a todos aquellos que aman la naturaleza y sienten la responsabilidad de defenderla de estos ataques: asociaciones, comités, el mundo científico y cultural, empresas y ciudadanos.