Las propuestas del verano pasado
“Expresamos nuestra satisfacción porque muchas de nuestras propuestas anunciadas este verano han sido implementadas por el consejero regional Morroni y incluidas en la adaptación del reglamento regional '34/1999' sobre caza de jabalí”. Así lo hizo la concejala de la Liga, Manuela Puletti, junto a su colega de partido Valerio Mancini. “La mayoría de los cambios contenidos en la propuesta del concejal – observan – son los mismos que ya habíamos presentado este verano a varios equipos en los valles de Ternano, Folignate y Alto Tíber. Gracias a estas innovaciones - explican - se mejorará la caza de las especies de jabalí, dando respuesta también a los problemas denunciados, en particular, por los equipos pequeños, los que tienen más dificultades. Los esfuerzos conjuntos, desde este punto de vista, son muy importantes".
Los retrasos que dejan mal sabor de boca
“Sin embargo, lamentamos – se quejan Puletti y Mancini – la tardía aprobación del reglamento que el concejal presentó al Consejo hace unos días y que, por un efecto dominó, conducirá a la entrada efectiva en vigor de la nueva temporada. las normas ya están bien presentadas. Del mismo modo - prosiguen - habríamos esperado una mayor implicación, especialmente en un tema tan importante, de las asociaciones de caza y de los presidentes de la ATC, porque entonces es cada vez más difícil tomar decisiones si no se comunica con quienes lidiar diariamente con los animales, con los daños causados por los ungulados o con la potencial propagación de la peste porcina".
Un territorio a dividir
“En lo que parece ser un panorama bastante positivo del nuevo reglamento, la Liga – señalan – pide una nueva modificación, que podría contribuir sustancialmente a limitar la presencia excesiva de jabalíes. Sería necesaria - explican - una división del territorio regional en tres zonas, con el fin de controlar la presencia real de jabalíes. Identificar áreas adecuadas, donde se encomiende a los equipos la tarea de caza y ordenación del territorio; las zonas blancas, abiertas a múltiples formas de caza; las zonas de retirada, donde la particular calidad de los cultivos o la presencia de caminos y otras infraestructuras viarias exige la erradicación de la especie con el giro, selección y contención, mientras que se requiere un tratamiento más detallado para regular la caza del individuo". “No nos erigimos en poseedores de la verdad – concluyen Puletti y Mancini –, las nuestras son propuestas simples, desarrolladas a partir de reuniones celebradas en los territorios. La esperanza es que mañana en la Tercera Comisión más puntos de vista puedan encontrar una síntesis en beneficio del territorio" (fuente: Consejo Regional de Umbría).