El punto de vista del experto.
En el artículo aparecido en Gazzettino.it el 9 de septiembre (“Los lobos salen de la Tumba del Piave, el experto: «Se acercan a las casas a causa de los perros de caza»”) se plantea la hipótesis de que la reciente aparición de episodios de El acercamiento de los lobos a las casas y la depredación de perros se pueden atribuir a la presencia de perros de caza en formación, llegando incluso a plantear la hipótesis de la necesidad de cerrar la caza en las zonas afectadas para evitar que el fenómeno empeore. Como siempre, sea cual sea el tema o problema que atañe total o parcialmente al medio ambiente, al territorio y a la fauna, parece que la única solución que barajan los expertos o los autodenominados expertos es cerrar la caza, la panacea de todos los males. solución “ganadora”. Federcaccia, a través de su Oficina de Estudios e Investigaciones, envió una nota a la redacción al respecto solicitando tener derecho a replicar lo expresado en las páginas del periódico.
Leyendas ingeniosamente elaboradas
De hecho, cabe hacer algunas reflexiones para intentar leer objetivamente lo sucedido y lo informado por la prensa. En primer lugar, el de los lobos confiados es un fenómeno bien conocido en muchas partes de Italia y de Europa, hasta el punto de haber creado la necesidad de desarrollar estudios ad hoc y financiar proyectos Life con fondos comunitarios para recopilar pruebas e identificar posibles soluciones. . Hasta la fecha no se ha detectado estacionalidad en los episodios de aproximación a centros habitados, lo que demuestra que las dinámicas que regulan estos movimientos son de carácter más amplio. Por lo tanto, lo que puede leerse a escala local sólo podría ser un aspecto detallado de un contexto mucho más amplio dentro del cual debe retomarse, y no el resultado de una dinámica local. Esto no significa que las hipótesis puedan ser infundadas, pero tampoco que sea cierto lo contrario.
Ejemplares individuales
Simplemente no hay evidencia suficiente para demostrar un vínculo causal entre el adiestramiento de perros de caza (y, prospectivamente, la realización de actividades de caza) y el movimiento de lobos hacia centros habitados. A esto hay que añadir que, sobre todo cuando se habla de depredación sobre animales de compañía, en la mayoría de los casos, más que hablar de casos generalizados, hay que referirse a ejemplares individuales que, por circunstancias oportunistas, pueden "especializarse" en la depredación, por ejemplo. , perros o gatos. En este caso, más que hablar de un fenómeno generalizado, deberíamos intentar identificar, mediante cámaras trampa, vídeos y observaciones directas, al único ejemplar responsable, para poder proceder, con los permisos necesarios, a su captura y eliminación. del territorio. En resumen, cuando hablamos de gestión de la vida silvestre, especialmente si se aplica a grandes depredadores y en un contexto de "dimensión humana", no es correcto confiar en la opinión de expertos individuales en el área, pero estamos llamados a recopilar más información en de manera sistemática y científica, para formular hipótesis basadas en evidencia científica. Como ocurre en los libros sobre crímenes escritos, el motivo del culpable a menudo no es el que se puede deducir fácilmente desde las primeras páginas. Y no, resignarse: cerrar la caza no es la solución a todos los problemas -y son muchos- del medio ambiente (fuente: FIDC).