Lo siento ese asociación ambiental que realiza cada día campañas importantes y hasta compartibles contra los peligros reales del entorno en el que todos vivimos, y que se sienta a las mesas a cargo de Comité y Consejo Regional para definir las políticas de caza, tiene en su interior un alma ideológicamente alineada contra una actividad sustentable y altamente regulada como es cazando en nuestro pais.
Hacer uso de consignas y declaraciones de cierto impacto emocional pero sin confirmación científica y numérica y no contextualizadas a la realidad local, es sin duda una excelente idea propagandística que incide en la sensibilidad de los ciudadanos que conocen la naturaleza sobre todo viéndola en televisión o desde la ventanilla del coche, pero poco tiene que ver con la fauna del Valle de Aosta y con quienes la viven y la siguen. La liebre y la perdiz blanca, solo en esto estamos de acuerdo con ellas, son especies preciosas y a proteger, pero esto no impide la recogida muy prudente de unas pocas decenas de ejemplares concedidos en base a dictámenes científicos locales y nacionales en un territorio de 300 mil hectáreas que será posible perseguir este resultado.
Las tendencias de estas poblaciones en nuestra región gracias al minucioso trabajo de seguimiento y recuento que el Cuerpo Forestal de Valdostano realizados con la ayuda de cazadores muestran presencias estables o incluso ligeramente crecientes, señal de que a pesar de todo - y con todo nos referimos a la antropización creciente, la contaminación, la perturbación provocada por todos los visitantes de nuestras montañas, desaparición de áreas debido a la actividad humana, al cambio climático, la liebre y la perdiz nival gozan de buena salud en general. Es sobre estos factores y no sobre impulsos emocionales sin base científica que nuestra Región autoriza la remoción de muy pocos elementos.
Retiros (los iniciados saben) que también se utilizan para la investigación, muestreos genéticos que permiten, además de los conteos y seguimientos de primavera y verano, contar con datos imprescindibles para su manejo y que si no quedaran esos poquísimos cazadores para practicar esta difícil modalidad de caza, simplemente no estarían disponibles, ya que casi siempre pasa con las especies cuya remoción está prohibida. En cuanto a los amigos del Parque, no creemos que los datos sobre la evolución de las especies dentro de los Parques del Valle de Aosta sean distintos a los recogidos durante décadas por la Oficina Regional de Fauna gracias a la aportación del seguimiento y recuento realizado. por nosotros los cazadoresFIDC Valle de Aosta).