Controversia estéril
Hemos tenido la oportunidad de leer una reciente nota de prensa firmada por algunas asociaciones ecologistas regionales, aparentemente comprometidas con volver a plantear de manera instrumental la estéril polémica entre la caza y la conservación del medio ambiente. El tema, esta vez, se refiere al nuevo Plan Integrado de Parque Migliarino – S. Rossore – Massaciuccoli; la acusación es que los cazadores no pueden participar en la definición de los nuevos límites del parque. Queremos recordarles que sólo gracias a nuestro trabajo, hoy se están determinando las condiciones para discutir un problema que no es el único ejemplo en Toscana y a nivel nacional, que corría el riesgo de permanecer "en secreto" y destinado a estallar quizás cuando el se acabó el tiempo Hemos ejercido pues un derecho democrático, el de la participación activa y de propuesta, que ciertamente no nos entrega el peso de la decisión (como se quiere hacer creer) sino el de la participación en la confrontación y la representación de intereses legítimos. Estamos totalmente comprometidos con esto.
La documentación científica
Lo hemos hecho estos últimos días en nuestras asambleas a las que asisten cientos de cazadores, en presencia de muchos ciudadanos y administraciones públicas y lo seguiremos haciendo en las próximas semanas, en transparencia, a la luz del sol y con ánimo razonado y propuestas verificables. Hay que reiterar que la caza no es la causa de la reducción y extinción de muchas especies, como le hubiera gustado creer a un lector quizás no demasiado experto en cuestiones ornitológicas. De hecho, la importante documentación científica existente es suficiente para descubrir que las especies cazadas gozan de buena salud en casi su totalidad, mientras que las vinculadas a determinados entornos, que están desapareciendo o degradándose, no lo están, independientemente de que sean objeto de caza. Y es que las causas reales y conocidas no se deben ciertamente a la caza sino a la pérdida y degradación de determinados tipos de hábitat.
Acusaciones injustificadas
En este, los cazadores contribuyen con su trabajo, sin costo alguno para la comunidad, al manejo y conservación de muchas áreas. Quejarse de la transferencia de bienes públicos a una corporación que persigue intereses privados nos parece en cambio mucho más inherente al estado de ciertos Oasis, establecidos en terrenos públicos, administrados (si esto sucede) solo con fondos públicos y luego prohibidos de libre acceso. a menos que se pague un boleto a la asociación ambiental de turno. Dicho esto, creemos, pues, que antes de lanzar anatemas y acusaciones injustificadas, es necesario mirar hacia adentro y considerar que el ejercicio democrático de la representación de intereses e incluso de posiciones enfrentadas no es malo para el medio ambiente y para el interés general ( fuente: FIDC).