Un pelaje sano es una clara señal de un perro sano y de una dieta correcta y completa.
Si su perro muestra signos de problemas en la piel o el pelaje, la causa podría ser una nutrición inadecuada.
El cuerpo del fiel amigo está cubierto por el manto. Corto, largo, suave o encrespado, el pelo es una protección para el animal; aísla y protege la piel de traumatismos, luz, calor y agentes externos. El pelaje está compuesto casi en su totalidad por proteínas y si la dieta no contiene suficiente, puede secarse y el perro puede perderlo con obvias consecuencias para su salud. Por lo tanto, el pelaje del perro será más saludable cuanto mejor sea su dieta. Una dieta también debe ser rica en vitaminas, ácidos grasos y minerales que tengan eficacia antiinflamatoria, cicatrizante y antioxidante.
En particular, las proteínas y grasas favorecen la formación de las membranas celulares de la piel (que se regeneran aproximadamente cada veinte días). Cada folículo tiene una glándula sebácea que produce aceites esenciales y ceras que no resecan la piel. Las proteínas, zinc, cobre, omega 3 y omega 6 promueven la producción de estos aceites y contribuyen a la salud general de la piel y el pelaje.
Entonces, ¿cómo será un pelaje sano, el signo más visible de una dieta correcta y completa? El cabello será más suave incluso en razas de pelo corto o rizado; y también brillante, pero no gordo. Un perro no tratado, por otro lado, tendrá un pelaje seco y frágil, puede parecer grasoso o polvoriento. La ausencia de "manchas" de pelo en algunas zonas y el mal olor son signos evidentes.
Entonces, ¿qué alimentos pueden ayudar a mantener el pelaje de un animal brillante? Una solución rápida y eficaz son los huevos crudos. Un remedio rico en proteínas y minerales, imprescindible para el buen crecimiento de un cachorro y el buen mantenimiento de un ejemplar adulto. Se puede mezclar una yema con la comida del bebé todos los días. Lo único que hay que evitar es hacerle comer más de una clara de huevo en una semana porque, paradójicamente, esto podría, por el contrario, perjudicar su equilibrio proteico.