Perros de caza: el cuidado y la nutrición adecuados de su perro de caza es imprescindible para todo buen cazador. Los trastornos gastrointestinales y digestivos limitan la vitalidad y la capacidad incluso del mejor sabueso. Para evitarlos bastará con seguir unos sencillos consejos.
El mejor amigo del cazador, el perro de caza a menudo es capaz de mejorar el resultado de una broma. La lealtad y la habilidad en el campo deben ser recompensadas con una gran atención al cuidado del compañero de ala. El elemento de primordial importancia, cabe destacar varias veces, es la alimentación del compañero de cuatro patas. Si es incorrecto, podría causar problemas gastrointestinales que comprometerían sus habilidades, convirtiendo al sabueso en un perro de compañía lento y cansado. Prevenir este tipo de dolencias es imprescindible para el cazador, ya sea por el éxito de la caza, o sobre todo por el cariño que le une a su animal. Los trastornos digestivos más comunes en los perros de caza, provocados por errores de alimentación, desaparecen en circunstancias normales cuando se elimina la causa de la enfermedad.
Un buen hábito no es solo eliminar el problema (por ejemplo un alimento dado que produce trastornos gastrointestinales en el perro), sino también inaugurar una dieta sana y equilibrada que también borrará la sombra de los problemas digestivos del amigo de cuatro patas. .
Los consejos más comunes que se dan a los dueños de perros de caza son los del sentido común; en el caso de que problemas digestivos hayan provocado vómitos, es recomendable, por ejemplo, privar al perro de agua durante 24 horas y ayunar durante todo el día. Otro remedio que se suele recomendar en caso de trastornos digestivos es la administración de alimentos sólidos o semisólidos que por su naturaleza son altamente digestibles. Además, no debe subestimarse la posibilidad de administrar fermentos lácticos al animal. Una vez superado el problema, deberá producirse una reanudación paulatina de la nutrición normal, que se distribuirá a lo largo del día para no sobrecargar la digestión.
También conviene recordar que los refranes populares y los refranes tradicionales suelen estar mal asociados con la correcta alimentación de tu perro de caza. De hecho, aquellos que recomiendan alimentar al animal con el sonido de los huesos o las sobras descritas como la mejor cena para el sabueso, no se deben seguir en absoluto.
Los alimentos que también deben administrarse con cierta atención en caso de problemas digestivos o mejor aún para evitarlos son:
• alimentos ricos en almidón. Este, presente en el pan, la pasta y el arroz, se descompondrá en el sistema digestivo en azúcares, lo que hará que la digestión sea pesada y difícil. Claramente, el problema se puede sortear de una manera muy sencilla. Al cocinar demasiado la pasta o el arroz, los mismos almidones se transformarán en azúcares durante la cocción y el fido podrá digerir la comida con mucha facilidad;
• alimentos ricos en azúcares. Nutriente esencial para la actividad y sobre todo la vitalidad del perro, sin embargo requiere cierta atención en la administración. De hecho, no se debe exceder la dosis diaria de 10 gramos por kg de animal. De lo contrario, podría tener diarrea. No se recomienda incluir específicamente azúcares en la dieta, ya que estos están presentes de forma natural en muchos alimentos que se consumen a diario;
• Alimentos ricos en proteínas vegetales. El mismo discurso debe hacerse para las proteínas vegetales que, si se consumen en grandes cantidades, causarán flatulencias y diarreas. No debe exceder los 8 gramos por kg;
• despojos y carne. El perro consume estos alimentos con cierto apetito y por ello muchas veces resulta tentador darle dosis excesivas. Debido a los procesos de fermentación durante la digestión, estos alimentos provocan flatulencias, heces blandas y oscuras. La carne que se sirva diariamente al perro nunca debe exceder la mitad del peso total de la comida;
• cartílago y huesos. Se trata de alimentos de difícil digestión y si se introducen en exceso en la dieta del perro pueden provocar una decoloración rojiza y manchas en el pelaje del animal o incluso dermatitis, aunque sea de entidad leve. Cuando se administra, es aconsejable hervirlos durante mucho tiempo;
• Leche. A diferencia de los cachorros, los especímenes adultos ya no secretan la enzima específica para la digestión de la leche, lo que hace que la comida sea particularmente pesada y no recomendada.
Seguir estos sencillos consejos es fácil y la salud de tu mascota sin duda te lo agradecerá.
Sin embargo, en caso de problemas específicos, es aconsejable escuchar la opinión de su veterinario, quien sin duda podrá aconsejarle sobre la mejor solución.