Perros rastreadores: Las técnicas de adiestramiento del perro rastreador: desde los comandos básicos, hasta la defensa de la naturaleza. Cada una de las fases de la enseñanza prevé técnicas precisas para optimizar las cualidades naturales del auxiliar de caza. La constancia, paciencia y preparación del propietario son fundamentales para conseguir buenos resultados.
El adiestramiento y el adiestramiento son, sin duda, el punto de partida para sacar a relucir las habilidades y cualidades del perro del perro. La fase inicial del adiestramiento de un cachorro de unos meses implica la enseñanza de comandos básicos, como "sentarse", "suelo", "pie o espalda".
Al mismo tiempo que estos comandos, se debe enseñar al perro a caminar correctamente con una correa, a comportarse adecuadamente ante la vista del juego, a permanecer esperando al guía después de la orden de sentarse o aterrizar, a conocer y lidiar con la situación. tiro de rifle, para defender salvajes o cosas del conductor.
Al final de esta fase, seguimos insistiendo en la salida y el regreso al mando. No observar esta "alineación" de comandos, según muchos entrenadores, resultaría en el crecimiento de un perro muy indisciplinado e inutilizable en las operaciones de recuperación.
El adiestramiento y la enseñanza tienen como objetivo lograr un aspecto muy importante en la relación hombre-perro, a saber, la obediencia. Cuando nuestro auxiliar haya aprendido los comandos básicos, puede pasar a una segunda fase del entrenamiento: conocer la pista artificial.
Para este paso del entrenamiento, se puede usar sangre salvaje, incluso cualquier tipo de sangre puede funcionar igualmente bien. Inicialmente, este rastro se puede crear empapando una esponja en la sangre, exprimiéndola o sintiéndola en el suelo durante unas pocas decenas de metros. Una forma alternativa a la esponja implica el uso de una botella con pico para esparcir abundantes gotas de sangre en el suelo, a lo largo de un camino marcado con cinta aislante de colores y adherido a las ramitas de las plantas.
Después de marcar el suelo, el perro debe ser conducido por la pista después de 2-3 horas, llevándolo con una correa de 3-6 metros de largo y dejándolo razonar sin incitarlo ni corregirlo, incluso si comete errores. Esto le permitirá al CNE entender más fácilmente cuál será su trabajo. Conforme vayan pasando los días, el entrenamiento consistirá en alargar la pista hasta 1-1,5 km., Disminuyendo la cantidad de sangre esparcida por el suelo (unos 200-250 cc) y aumentando el espacio temporal entre el tendido de la pista y el llegada del perro (más de 12 horas). Estos ejercicios con la pista artificial deben repetirse con largos intervalos de 10-20 días, para dirigir la máxima atención del perro a la pista natural.
Al final del camino con la pista artificial, algunos entrenadores acuerdan encontrar siempre algo, como una porción de piel seca o helada, una pata, o un animal real, vivo o muerto. Otro aspecto importante a cuidar es enseñarle al perro el "cambio" que es el cruce con otro rastro fresco de otro animal, que no debe ser seguido por el perro.
Cuando el perro demuestra cierta familiaridad con el rastro artificial, se puede utilizar el natural, que es otra cosa. La búsqueda no tiene que ser rápida, pero deben pasar más de dos horas desde que se lanza el juego hasta que llega el perro. Con los animales heridos alejándose del lugar de su liberación, se recomienda lanzar al perro en la pista nueva libre de la correa. En esta fase observarás a un perro muy concentrado en el trabajo de la pista, con mayor probabilidad de alcanzar al animal y bloquearlo con el ladrido o con el ataque. Si el adiestramiento se lleva a cabo en los matorrales, aún es necesario mantener al perro con correa, ya que incluso con heridas superficiales el salvaje apenas se detiene frente a un perro que lo persigue, mientras que es más fácil identificarlo cuando el perro está atado.
El último aspecto del entrenamiento es la defensa de la caza y el equipo de caza, que en algunas circunstancias puede dejarse desatendido por el cazador. Generalmente, el perro se defiende instintivamente de los extraños, pero es útil comprobarlo. Durante un viaje de caza, puede suceder que, una vez matado el juego, sea necesario alejarse de él por varios motivos: por ejemplo, puede alejarse porque necesita pedir ayuda a alguien para recuperar un gran jabalí. en una zanja profunda. En esta situación se hace imprescindible que el perro "cuide" la naturaleza, sin enfurecerse ni alimentarse de ésta.
Para obtener la defensa de la naturaleza, puede utilizar animales muertos colocados en un lugar específico, dando la orden de "sentarse" o "abajo" y alejarse del perro. Lo mismo se puede hacer para la defensa de los equipos de caza. Entrenar a un perro de pista es una experiencia muy bonita, con la que se construye la relación hombre-perro incluso fuera del área de caza. Lo que hay que tener en cuenta es que la paciencia por parte del propietario siempre premia. Uno nunca debe tomar una actitud de enojo hacia el perro cuando comete un error, o regañarlo con demasiada severidad. Un "NO" dicho con decisión o una caricia vale más que cualquier otra frase.