Pieve a Nievole es una ciudad de poco menos de 10 mil habitantes en la provincia de Pistoia. Il Tirreno contó sobre una operación que fue diseñada específicamente para la ciudad toscana y que servirá a un contrarrestar las bandadas de palomas. Fabio Bonciolini, cetrero que forma parte delasociación "Los Cetreros del Gran Ducado de Toscana" Viajará a este lugar unos días a la semana y hasta el próximo mes de junio con dos buitres, Lord y Lady, utilizados precisamente para contrarrestar la presencia nociva de aves. La esperanza, como se puede leer en el periódico, es que las futuras intervenciones se volverán conservadoras, ya que tal escenario significará que la mayoría de las palomas se habrán ido.
Se han contado más de 150 para ser precisos, un número que surgió al final del censo en la parte central (entre Via Nova, via Marconi y via Leopardi). Bonciolini hizo algunas declaraciones interesantes al respecto. Según explica el cetrero, las palomas incluso podrían llegar a 200, por lo tanto, la situación no debe subestimarse: las palomas han encontrado alojamiento sobre todo en una antigua ruina de Via Giacomo Leopardi, pero se mueven constantemente entre las casas vecinas y logran encontrar comida en una caballeriza no muy lejos.
El cetrero quiso señalar que la operación no puede equipararse con la caza, ya que los buitres no han sido entrenados para agarrar y matar presas. Por lo tanto, los ataques estarán dirigidos a sacar la colonia de palomas tanto como sea posible de las casas particulares. Los buitres serán los protagonistas de vuelos definidos como "estáticos" y en medio de las casas: los halcones, por otro lado, están acostumbrados a más espacio y, en consecuencia, son literalmente "arrojados" desde un campo. La operación se denominó "Control de aves" y tendrá un costo 5mila euros. El objetivo principal es, obviamente, reducir el tamaño de la población de las colonias, sin descuidar la recuperación, imprescindible para restaurar las condiciones sanitarias de la zona.
Los residentes se quejaron del problema hace mucho tiempo, pero los intentos anteriores de contención no tuvieron éxito. Los buitres serán ayudados por un dron, cuyas ondas de radio intensificarán la molestia y el susto de las palomas. La aeronave será controlada a distancia. hasta 300 metros de altura, con una patrulla muy extensa y minuciosa. Algunas jaulas en los techos completarán la operación, la fusión perfecta de métodos modernos y antiguos: Se tomarán muestras de las palomas capturadas para determinar la presencia de cualquier enfermedad.. Ahora se espera el debut oficial para comprender la efectividad real de la iniciativa.