La Federación Italiana de Caza, así como FACE Europa, no se opone a priori a la prohibición del uso de plomo en áreas húmedas, pero seguramente nos oponemos firmemente a cualquier tipo de explotación de este delicado tema que se lleve a cabo con el objetivo de imponer nuevas restricciones a la caza, apoyando quizás su extensión injustificada a todo el territorio.
Esto es lo que volvió a proponer en los últimos días WWF Italia, y algunas fuentes de información lo retomaron acríticamente, haciendo pasar la habitual propaganda anti-caza por información científica. En el documento en cuestión, simples especulaciones se dan como hechos establecidos, a partir de los supuestos "millones de pájaros muertos" que, como es habitual, se sacuden como un hombre del saco. En realidad, no solo no está probado, sino que el riesgo, en su mayoría limitado a las aves acuáticas, no es cuantificable en estos términos simplistas. Asimismo, hablar del riesgo para la salud humana por la propagación del plomo contenido en los cartuchos al medio ambiente, así como de la contaminación de los acuíferos en la forma en que la presenta WWF, no tiene significado científico.
En primer lugar, sería necesario conocer la concentración de plomo presente en el agua y en suelos no afectados por perdigones de caza para establecer un valor de fondo ambiental, así como considerar que la dispersión del plomo en el agua y en el suelo se produce a través de diferentes fuentes, de las cuales la más pequeña es precisamente la provocada por disparos de cartuchos. Para estos últimos hay una sobreestimación exagerada de los cartuchos disparados en Italia - especialmente en los humedales, ya en gran parte vinculados al uso de munición alternativa - y por tanto del plomo disperso en el medio ambiente. Además, hay una falta de consideración cuidadosa con respecto a qué y cuántas fuentes de plomo ingresan a la cadena alimentaria, tanto humana como animal. Por ejemplo, ¿sabe WWF que con la introducción de la gasolina sin plomo (sin tetraetil Pb como agente antidetonante) los niveles de plomo en la sangre se han reducido a más de la mitad?
¿Y que una investigación específica realizada a nivel europeo sobre cazadores y sus familias que comen carne de caza con munición tradicional no ha revelado una desviación significativa en la presencia de plomo en el organismo con respecto a la población media? En definitiva, más allá del alarmismo injustificado, los cálculos toscos, los prejuicios aproximados y tendenciosos, nos encontramos ante el habitual comunicado de prensa de WWF elaborado con fines propagandísticos, ignorando las reglas de comunicación más elementales que no queremos decir científicas, pero ni siquiera correctas. El WWF les dispara a lo grande para crear sensación en la opinión pública, a menudo omitiendo pruebas científicas, obteniendo ciertamente una excelente publicidad, pero haciendo un mal servicio tanto a la ciudadanía como a la naturaleza que dice defender.