Perros de caza: Cansada y sugerente, la caza de la perdiz sumerge al cazador en escenarios montañosos, salvajes y fuertes. Es fundamental tener un excelente auxiliar a tu lado: el puntero es uno de los más populares.
La perdiz de roca es un ave veloz y sagaz que muchos cazadores conocen bien, así como son bien conocidos los ambientes en los que prefiere vivir la perdiz de roca. También se pueden describir con el uso de una sola palabra: difícil, e inmediatamente después se podría decir montaña, salvaje, agotador, especialmente si los visitas para cazar a la reina de las montañas.
No basta con que el cazador tenga buen olfato para la caza, la experiencia o el conocimiento de los lugares no basta para que la jornada tenga cierto éxito, aunque todos estos son elementos imprescindibles. Lo que realmente se necesita es la compañía de un auxiliar cinco estrellas físicamente preparado para la aventura que tendrá que vivir al menos tanto como su dueño, quizás incluso más.
Entrenar a un perro perdiz de roca es una empresa algo complicada. Para empezar, el cachorro debe ser observado de inmediato, estudiando sus actitudes: si no muestra inclinación a la vida en la montaña, fatiga, recuperación y obediencia, es mejor cambiar el tipo de caza, también porque el entrenamiento no es un paseo. Los especialistas opinan que se necesitan al menos 5 años de experiencia para hacer un perro perdiz de roca, por mucho que la simbiosis y amistad entre sabueso y cazador y la inteligencia del perro dispuesto a aprender y satisfacer al amo pueden hacer mucho.
Entre los perros más utilizados durante la caza de la perdiz de roca es imposible no mencionar al Kruzaar, el setter inglés, en raras ocasiones a los perros salchicha alemanes, aunque el señor indiscutible es según muchos cazadores el puntero. Está, según algunos aspectos, definido incluso mejor que el setter inglés para este tipo de caza, siempre que, bien subrayado de inmediato, sea un buen retriever.
En ese caso el puntero se convierte en un excelente auxiliar apasionado, capaz de resistir el calor pero también el frío, la sed y sobre todo el cansancio. En este tipo de caza, en cambio, ni siquiera su pelo corto y su piel fina y delicada son un problema, ya que los espacios son abiertos, poco arbolados, sin obstáculos que puedan resultar un peligro para el perro. En general, antes de llevar a tu perro a la montaña, para la caza de la perdiz roquera tendrás que observar atentamente sus cualidades físicas y más.
Para empezar, no nos cansaremos de repetirlo, tiene que aguantar el cansancio (la montaña es capaz de poner en dificultad hasta a los perros más preparados) y tener buen pie. Caminará sobre rocas afiladas, pero el pointer y las razas inglesas en general, dotadas de pie compacto y seco, no tendrán mayores problemas.
El perro también debe tener un estilo de caza particularmente amplio: para ser despejado, en poco tiempo tendrá que cubrir áreas muy amplias para evitar que el cazador se encuentre en áreas demasiado peligrosas o cruza caminos demasiado duros. Un punto indispensable lo representa el sentido del olfato, que no hace falta decir que debe ser excepcional, pero esto no es nada nuevo para los perros de caza. Todo esto le permitirá identificar a su presa desde grandes distancias, cogiéndola por sorpresa.
Otro rasgo que no se debe subestimar es el de la parada, que debe ser sólida: será fundamental permitir que el cazador se posicione para el tiro sin cansarse demasiado. Finalmente, el batido es una fase fundamental y particularmente peligrosa.
Es fundamental que el perro sepa llevarlo a cabo correctamente: será fundamental evitar que su cabeza quede entre el pájaro y el cañón de la escopeta, pero también evitar que caiga en algún precipicio, llevado por el calor del fuego. Persiguiendo la perdiz de roca sin éxito, y quien conoce la montaña la conoce, seguro que no hay escasez de ella.