Es un placer presentar una nueva colaboración editorial con el restaurante Brado - cerveza y cocina rural, la "cabaña urbana" en Roma concebida y gestionada por los hermanos Manuel, Christian y Mirko Catania, con la dirección de la cocina encomendada achef ejecutivo Simone Cacciotti que, mensualmente, propondrá deliciosas recetas con la carne de caza como protagonista.
La propuesta gastronómica de Brado se basa en el supuesto ético de presentar carne exclusivamente criada de forma no intensiva, en estado salvaje, precisamente para no negar los valores fundacionales de los fundadores: pasión, calidad, ética y sostenibilidad. Este principio parte del respeto por el bosque, por los animales, por su vida y por los ciclos naturales de las estaciones, y termina en los platos, garantizando un sabor único con excelentes valores nutricionales.
El nuevo rumbo gastronómico de Brado se expresa en un menú de identidad ligado a la estacionalidad de los alimentos, en el que hay espacio para platos como tartar de caza de temporada, bomba alla cacciatora de jabalí, cochinillo salvaje, pero también serviola chamuscada, reducción de trombolotto, caviar de nabo rojo ahumado con madera de manzano, ensalada de perifollo y cristalería y salmón salvaje Sockeye crudo y cocido, ahumado con madera de conífera, hierbas silvestres y crema de La hierba de limón, porque en Brado el pescado también juega un papel importante en el menú, siempre respetando los valores declarados: productos pesqueros que no proceden de la cría intensiva sino exclusivamente del anzuelo.
Platos elaborados con esmerada atención a las materias primas, de origen certificado, buscando los elementos naturales del bosque para ser realzados con sencillez, y realzados por la destreza y la pasión de los chef Simón Cacciotti.
además más del local Brado se agradece el gran interés que los tres hermanos comparten por la cerveza artesanal y, en su restaurante, quisieron instalar uno de los mejores sistemas de la ciudad, que permite servir cervezas producidas por micro cervecerías artesanales, obteniendo diferentes combinaciones para potenciar los sabores de los platos propuestos. También cabe destacar la extensa carta de vinos, con etiquetas seleccionadas de pequeñas explotaciones ecológicas, que dan testimonio del vínculo y respeto por el territorio y las más de 200 referencias entre Whisky, Ginebra, Aguardientes, Mezcal e Ron que contribuyen a enriquecer enormemente la oferta bebida de Brado.
Al entrar en Brado te sumerges en un ambiente cálido, informal, familiar, donde el buen comer y el buen beber son puntos fijos, así como la ilusión de los tres hermanos Catania y del personal, que transmiten la pasión por su proyecto culinario, y recrean un ambiente de serena convivencia como al final de un viaje de caza, donde todos nos reunimos para compartir y contar las emociones vividas.