La sentencia confirmada
Cuando estamos conduciendo un automóvil, a menudo damos lo peor de nosotros mismos. El nerviosismo ligado a las cuatro ruedas puede tener consecuencias importantes sobre la detención de una licencia de armas de fuego, un detalle en el que se piensa muy poco. Un claro ejemplo de ello es la reciente sentencia del Consejo de Estado lo que confirmó lo establecido por el TAR de Lombardía, la no renovación de la licencia.
Un episodio de hace 16 años.
De acuerdo con lo establecido por el organismo judicial, una disputa de tránsito también puede ser un obstáculo para la liberación de la licencia de armas de fuego, sobre todo si la conducta de la persona fue desproporcionada. Los hechos controvertidos datan de 2006: la recurrente había roto el limpiaparabrisas de un vehículo que ocupaba el espacio reservado al hombre. La reacción se produjo al final de una serie repetida de episodios similares.
Consecuencias inevitables
Según lo hecho público por el Consejo de Estado, incluso tal situación puede impedir la renovación de la licencia. No importa que no haya habido consecuencias penales y que el hecho haya tenido lugar hace dieciséis años (además sin reincidencia). La falta de autocontrol y la reacción considerada "fuera de medida" marcaron la diferencia a la hora de evaluar la fiabilidad de la persona en el manejo de las armas.