El Gordon Setter es la raza especializada en la caza de becada, un buen perro puntero y perfecto para recuperar.
El Gordon Setter es un trabajador tenaz y constante, no muy rápido, pero con un poderoso olfato. Durante la búsqueda, siempre permanece en conexión con el cazador. El nombre Setter Gordon es en honor al criador que mejoró el estándar de la raza y que estableció sus características técnicas y excelentes habilidades de caza.
El duque Alejandro IV de Gordon Castle no fue el creador, sino el primer criador y optimizador de los setters negro y fuego.
El origen del setter Gordon parece remontarse a un cruce entre un "Setter inglés" y un "Collie". Según varios autores, el "Irish Setter" y el "Bloodhound" o "Chien of Saint-Ubert" también participaron en la formación de la raza.
Los primeros Gordons criados por el Duke eran tricolores o negros con marcas blancas y marcas de color canela. El duque prefirió esta capa con marcas blancas, ya que le permitía distinguirlas mejor desde la distancia.
Solo en 1800 la raza logró establecerse en la vestimenta europea, ya que se consideraba muy de moda.
El Pastor Evangélico T. Pearce, criador experto de esta raza, insistió en el año 1865 en aconsejar aligerar el patrón mordofológico mediante cruces precisos. Entre los que escucharon los consejos del Pastor Evangélico, cabe mencionar al señor Robert Chappan Glemboig quien obtuvo, después de varios años, los perros deseados, es decir, más ligeros y rápidos. El colocador Gordon del criadero del Sr. Chapman recibió más premios y fue reconocido como el mejor colocador de esa época. Así comenzaron las exportaciones de esta raza a Francia, Noruega, Alemania, Suecia e incluso Rusia. Gordons de Noruega también llegaron a Italia, y a finales del siglo XIX y principios del XX fueron considerados los mejores setters de caza.
Gracias a sus excelentes habilidades de caza, esta magnífica raza ganó gran fama y fue merecidamente apreciada por todos los amantes de los perros de muestra.
La conformación general es la de un mesomorfo, con el tronco inscrito en el cuadrado.
La constitución de esta raza es muy atlética, con huesos fuertes, músculos no muy largos, diámetros transversales más pronunciados que en el Setter inglés, y mucho más que en el Setter irlandés, pecho bastante ancho.
Específicamente, a continuación se muestran los detalles del estándar morfológico:
altura:
- machos entre 58 y 64 cm
- hembras entre 56 y 62 cm.
Peso: 21 a 24 kg.
Tronco: macizo, cabe en el cuadrado.
Cabeza y hocico: bastante voluminoso, nunca ligero, con ejes craneofaciales paralelos, hocico cuadrado, stop muy marcado.
Trufa: de color negro.
Dientes: dentición correcta y completa. Junta de tijera.
Cuello: bien erguido y bien insertado entre los hombros.
Orejas: Colgantes, de forma triangular.
Ojos: son grandes, dulces, oscuros.
Extremidades: son largas, musculosas, bien erguidas.
Hombro: de inclinación derecha.
Marcha: Su marcha ideal es el galope.
Cola: de inserción alta, llevada horizontalmente.
Cabello: 5-6 cm de largo, sedoso, ligeramente ondulado, con flecos ricos, no demasiado gruesos.
El Gordon Setter mantiene un galope continuo, tranquilo, un poco brincando y menos esbelto que el de los otros setters.
A diferencia de otras razas, el aspecto es menos extenso, pero más detallado, extendiéndose en diagonales más serpenteantes.
La cabeza se lleva en alto, con el puente nasal inclinado hacia la horizontal y la cola corta, llevada bien estirada, está en continuo movimiento transversal, al ritmo del galope. Cuando encuentra un leve olor reduce el paso, persiguiendo con meandros hacia el origen.
Si el rastro olfativo lo convence, desacelera gradualmente hasta detenerse, bien erguido sobre las extremidades, cuello ligeramente estirado y cabeza hacia arriba, un poco inclinado por debajo de la horizontal.
La cola se lleva rígida y tensa, según la línea horizontal, o ligeramente por encima o por debajo de ella. Una extremidad anterior está levantada pero no muy flexionada.
En el momento en el que se encuentra frente a lo salvaje, se detiene repentinamente en poses retorcidas, como doblado en dos, pero suele permanecer erguido, con el puente nasal volteado hacia la presunta remesa. Rara vez dobla un poco las extremidades.
Cuando el salvaje intenta salvarse, lo sigue muy erguido, conectado a la emanación directa, con calma y con movimiento uniforme, manteniendo constantemente la misma distancia del perseguido y con un porte similar al del alambique. El Gordon Setter siempre permanece en contacto con el manejador durante la caza.
En comparación con su homónimo inglés, esta raza es un poco más silenciosa y menos rápida.