Se volvió y caza del jabalí: Entrenar a tu perro a un modo de caza particular es un requisito imprescindible para el cazador, con el que se incrementa y garantiza la tasa de éxito del día.
Además, es importante distinguir la raza más adecuada de otra para la caza del jabalí, para que el cazador lleve consigo el auxiliar adecuado. Esta conciencia y conocimiento en el campo de la caza no solo preservan las posibilidades de éxito de la caza, sino que también garantizan ese grado de seguridad que es indispensable tanto para el cazador como para el perro.
Con el artículo de hoy intentaremos aclarar las razas de perros específicas para un modo de caza en particular: el turno de verraco. Este coriáceo salvaje es una presa codiciada por muchos cazadores y el giro es una de las prácticas más populares para asentarlo.
Para esto último, habiéndolo descrito ya en artículos anteriores, nos limitaremos a recordar solo los aspectos más destacados para refrescar la memoria del lector. Si este último desea profundizar en el tema, lo invitamos a leer los artículos que le conciernen específicamente.
El turno del jabalí es una técnica de caza que implica la participación de dos o como máximo tres 3 sabuesos entrenados por un solo manejador. Estos perros están flanqueados por 5-10 cazadores, quienes tienen la tarea de circunscribir y delimitar los pasos obligatorios o conocidos del jabalí. Entrar en el territorio de un jabalí con sus perros significa, inicialmente, encontrar rastros de lo salvaje. Generalmente, cuando los seguci identifican los rastros frescos del jabalí, un ejemplar de la manada se disuelve y continúa el recorrido con tranquilidad patrullando la zona de probable recuperación de la naturaleza. En algunos casos, son sus perros los que se disuelven para aumentar las posibilidades de encontrar al jabalí; la manada completa de sabuesos rara vez se disuelve: en este caso esto sucede cuando estás en ambientes con vegetación muy densa. Una vez encontrado el escondite del jabalí, los perros deben realizar el movimiento salvaje sin forzarlos excesivamente, para inducirlo a recorrer las rutas habituales para ser interceptados por cazadores apostados incluso muy lejos del punto de encuentro.
El uso de uno o dos perros de esta forma, denominados "cortos", permite que el juego se mueva lentamente y llegue al poste sin prisas. Todo esto tiene como objetivo realizar un disparo preciso, controlar al animal que está a punto de morir y observar el impacto del golpe. El éxito del recorrido depende de muchos factores, en primer lugar el conocimiento detallado del área de caza, los caminos generalmente utilizados por el jabalí y sus remesas.
Otro elemento que contribuye al éxito del rodaje es la elección de razas para este método de caza. Las razas de sabueso todos ellos deben ser considerados aptos para este trabajo, cuya voz en el paso frío es de gran ayuda para el puesto de los cazadores, que siguen la acción de exploración desde lejos y con sus oídos. Las razas más hábiles para girar son las de “patas cortas”, ya que son más fáciles de maniobrar y seguir en el bosque, siendo relativamente lentas en comparación con el juego perseguido. Entre estos últimos es útil mencionar al Basset Hound, los terriers ingleses y alemanes como el Dachshund alemán y el Yag terrier, los sabuesos bávaros y hannoverianos, y también razas austriacas como el Brandl Brake, Tiroler Brake y el Dachs Brake. .
Las razas más utilizadas entre las que acabamos de mencionar son el Basset Hound, el Dachshund alemán, el Yag terrier y el Dachs Brake. Conocer las razas no es suficiente, pero su entrenamiento en el turno es igualmente fundamental. Cualquier perro empleado en este modo de caza debe responder necesariamente a todos los comandos de utilidad, como "sentarse", "aterrizar", "pie o atrás" y corrección con una correa, corrección a la vista del juego, volver al comando o pasar apresuradamente el correo. Una vez que el perro ha aprendido estos comandos, se puede considerar que está listo para el turno, ya que en ese momento debe usar el sentido más desarrollado para encontrar el selatic: el olfato.
La pronta respuesta a estos comandos de utilidad implica un entrenamiento específico y laborioso, pero bastante fácil. Para esto último, también puede ponerse en contacto con formadores profesionales, que guiarán al manejador durante todas las etapas de la formación. Algunos expertos en perros y cazadores aconsejan componer la jauría de perros de la misma raza y del sexo opuesto, para no encontrarse con celos que puedan comprometer su trabajo. Las razas alemanas, de hecho, suelen contar con perros muy individualistas, no muy aptos para la muda. Así que 2-3 perros son el máximo para llevar a la curva.
El equipamiento a utilizar en el adiestramiento para dar vuelta al jabalí no es realmente específico, como una correa de adiestramiento, de 3-4 metros de largo para guiar al perro y un collar de 3-4 cm de ancho para permitir una mayor adherencia al cuello y evitar molestos tirones al perro. Para este último, se recomienda encarecidamente utilizar material fluorescente, rojo o naranja, para hacer visible al perro en la espesura durante la persecución; Otro truco a utilizar puede ser una campana para identificar la posición del perro en la espesura del bosque.
Para dar una idea de cómo actúa una jauría en el turno, describiremos brevemente la acción de los perros y sus tareas a continuación. El inconformista comienza la búsqueda en un radio de 50-100 m, para advertir con el ladrido la identificación del refugio de los animales. Dependiendo de la posición del ladrido del perro en la guarida, los postes se distancian y controlan los pasajes conocidos a lo largo de un camino en el matorral. En este punto, el guía puede desatar al segundo perro para forzar al jabalí hacia el poste. El guía sirve a los perros y, animándolos, participa en la acción perturbadora de los animales salvajes, mientras un grupo se separa y recorre 150 m dentro del matorral y luego se detiene.
El guía llama al perro más cercano a la oficina de correos, ya que la salida solitaria del animal aún sería interceptada por una de las oficinas de correos. Siempre el revisor ordena silencio mientras avanza río arriba para obligar al jabalí a huir hacia la oficina de correos. Una vez colocado, el conductor ordena volver a dar la voz.
En definitiva, solo el adiestramiento de los perros, el conocimiento de las razas más adecuadas y la buena armonía del grupo de cazadores permite excelentes resultados.