Más de medio siglo: es el tiempo que transcurre desde que se inflige sentencia a un cazador antes de llegar a la disposición en su contra. Según lo informado por L'Adige, los hechos tuvieron lugar en Trento. En 1960, hace 56 años, un joven de 18 años fue sorprendido por la policía con un rifle en la mano pero sin la licencia para portar un arma de fuego. En ese caso hubo una sentencia de 5 días de prisión, así como una multa equivalente a 3200 liras en ese momento. Hoy ese chico tiene 74 años y la comisaría no ha renovado su licencia licencia de caza.
Durante todos estos años no ha habido problemas, al menos hasta el pasado mes de febrero. El cazador apeló al Tribunal Administrativo Regional y lo ganó, dado que el crimen cometido hace casi seis décadas se considera "tenue". El Juzgado de Paz se había pronunciado en 1961, motivando la sentencia con la actitud cazadora del joven y la violación deartículo 699 del Código Penal (“Porte ilegal de armas”).
Además, en ese período histórico, la pena no podía convertirse en sanción pecuniaria. Entre otras cosas, la corta edad del cazador se consideró decisiva para el comportamiento sostenido, indudablemente no es habitual. Por tanto, el TAR dictaminó que no se podía denegar la licencia de caza solo por la anterior, sino que era necesario investigar todas las circunstancias relacionadas con la situación.