Massimo Buconi, número dos nacional de la Federación Italiana de Caza, dijo estar conmocionado por la noticia de la denuncia de 60 cazadores, sorprendidos por la WWF por llevarse jabalíes el día de la silencio de caza. Los hechos tuvieron lugar en Umbria, concretamente en Foligno, Gualdo Cattaneo y Castiglion del Lago. Al vicepresidente no le gustó nada que estas personas fueran calificadas como cazadores furtivos, además de la denuncia de algunos guardias voluntarios que no tomarían medidas contra los propios cazadores.
Según Buconi, este es un efecto secundario del reciente sentencia del Tribunal Constitucional que anuló la ley regional de Liguria sobre caza de selección de vida silvestre. Las leyes de Liguria y Umbría son diferentes, ya que esta última ya no prevé la presencia de la policía provincial. Según juristas y abogados, el fallo de la Corte debe limitarse a Liguria. La ley regional de Umbría no considera las retiradas selectivas como caza. Para Buconi, por lo tanto, toda oportunidad es buena para explotar la sentencia en otras regiones con denuncias de cazadores individuales autorizados.
Estos sujetos participan en el planes de control legítimos, pero son cobardemente llamados cazadores furtivos. El vicepresidente de Federcaccia subrayó luego cómo el organismo público competente debe proteger a las personas que llevaron a cabo los planes, de lo contrario las culpas seguirán cayendo sobre ellos. La esperanza de Buconi es que la Región de Umbria identifique las soluciones más correctas, quizás involucrando a la Prefectura.