La Coordinación de las Asociaciones de Caza de Calabria (Federcaccia, Free Hunt, Enalcaccia, Arci Caccia, Anuu, Italcaccia ed Eps) se dirigió hace unos días a las instituciones regionales competentes para manifestar la urgente necesidad de una discusión operativa en materia de caza con el fin de encontrar soluciones concretas y urgentes y reiterar la solicitud de apertura de una mesa técnica a tal efecto, se plantearon varias instancias, pero quedaron sin respuesta. En la base, la noticia del inicio por parte de la Autoridad Provincial de Salud de Catanzaro de cursos de formación dirigido a los capataces de la empresa de caza de jabalí para obtener la calificación de "Cazador entrenado".
Sin ir demasiado lejos en cuestiones técnicas legislativas, el curso y la titulación relacionada son necesarios de conformidad con las directrices dictadas por la UE y también implementadas por Italia para el seguridad alimentaria de la caza silvestre de caza y para su comercialización y para el suministro de pequeñas cantidades de carne de caza directamente del cazador al consumidor. La coordinación no tiene nada que objetar al establecimiento del curso, si se pretende garantizar una mayor conciencia en los practicantes y seguridad para quienes consumen la caza cazada. Sin embargo no podemos evitar expresar algunas perplejidades.
El primero se refiere al costo particularmente alto del curso, totalmente a cargo de los participantes, mientras que en otros Asps de Calabria los cursos se activaron sin costo para los cazadores individuales. Otro motivo de duda es el falta de líneas regionales únicas para los contenidos del curso y su duración. De este último aspecto, en particular, llama la atención que los cursos impartidos por la Asp de Catanzaro constan de 10 horas lectivas, frente a las 16 previstas por el reglamento.
Finalmente, si los cursos están configurados por una voluntad sacrosanta de proteger la salud pública, no podemos evitar preguntarnos porque la Región nunca ha respondido a la carta enviada por la Coordinación el pasado mes de octubre en la que se solicitó una reunión urgente para establecer las formas en que el Servicio Veterinario podría asegurar la mejor organización logística en todo el territorio de Calabria, de modo que se garantice la pronta verificación de las cabezas de jabalí matadas por los equipos individuales para evitar la presencia de animales salvajes afectados por la tuberculosis. No será casualidad que entrenando a los cazadores, además a sus expensas, síquiero descargar sobre ellos las responsabilidades de los veterinarios de la ASL? Estamos seguros de que esto es una preocupación excesiva, pero esta vez, finalmente, nos gustaría que la Región nos lo dijera.