Cuatro jubilados serán juzgados por una infracción que hubiera llevado a la violación de la prohibición de caza. Los protagonistas de esta historia residen en la provincia de Piacenza y en marzo de 2016 fueron a cazar jabalíes en la zona de Cremona. Según lo comprobado por un guardia voluntaria, los cuatro tendrían ilimitado de 120 metros, terminando justo en el territorio de la provincia lombarda en la que era necesario respetar la prohibición de las actividades cinegéticas.
Después de más de dos años, ha llegado el momento de la primera audiencia, por lo tanto el camino legal aún es largo. Sin embargo, los cazadores no están activos, ya que la licencia de armas de fuego ha sido suspendida. Los jubilados habían estado involucrados en el plan de sacrificio de ungulados previsto por la Provincia de Piacenza. La broma habría terminado de la peor manera con las investigaciones del guardia: este último solo se escuchará en cuatro meses, para ser precisos el próximo 18 de octubre, para que profundizar lo que está escrito en las actas.
Sin embargo, según un agente de la Policía Provincial, los cuatro habían descargado rifles calibre 12, sin perros a cuestas. Además, no habría cadáveres de jabalí en los alrededores, señal de que la historia debe aclararse en cada detalle para conocer cuáles eran las verdaderas responsabilidades.