Daño de los ungulados: 27 jabalíes de una sola vez devastan el campo de maíz en Pomarance. Escalada de daños: en aumento durante los últimos dos meses. Encuentro en Volterra con el Concejal Municipal de Agricultura y Caza.
Coldiretti solicita la reapertura de la caza para contener el número de jabalíes. Aniello Ascolese, Director Provincial de Coldiretti: "Fenómeno fuera de control: prolongar la caza para restablecer el equilibrio".
Utilice todas las herramientas que proporciona la ley regional de caza para reducir los daños a los cultivos agrícolas. Los agricultores de Coldiretti preguntaron al concejal de agricultura de Volterra, Roberto Costa y de caza, Simone Lonsi durante el importante encuentro celebrado en Volterra entre los representantes del mundo cinegético y agrícola.
A pesar de los numerosos informes y protestas de los agricultores, el daño a los cultivos sigue siendo excesivo y el número de ungulados, especialmente jabalíes, está fuera de control. También cómplice de las reservas públicas - el Parque Berignone y el Parque Monterufoli - y la gestión de los intereses de las reservas privadas, en particular el agroturismo, la población de jabalíes ha vuelto a crecer, trayendo consigo rastros de devastación.
Los últimos casos, que confirman que el fenómeno ya no es controlable, el miércoles en la zona de Pomarance: un grupo de 27 jabalíes arrasó un campo de trigo hasta el suelo. Los municipios más afectados: Pomarance y Volterra. Según Coldiretti (información sobre https://www.pisa.coldiretti.it/) la Provincia debe activar "las medidas previstas por la ley autonómica, incluida la ampliación del período de caza, para contener el número de jabalíes".
De hecho, sólo las matanzas garantizan el reequilibrio entre el territorio y el patrimonio de la vida silvestre: "Hoy - analiza Aniello Ascolese, Director Provincial de Coldiretti - este equilibrio ya no está ahí, pero la Región de la Toscana, a través de la ley de caza, permite que la Provincia se active medidas extraordinarias para limitar los daños y reducir, si es necesario, el número de ungulados, en este caso jabalíes ”.
Coldiretti ha registrado, particularmente en los últimos dos meses, una escalada real: “El agricultor no quiere compensación. Quiere no sufrir daños. El trabajo de semanas, meses, es anulado por los jabalíes que arrasan cultivos enteros hasta el suelo. La situación se ha vuelto insostenible ”.
El otro problema concierne a los parques, que actúan como reservas para los ungulados donde esconderse, y las empresas agroturísticas de caza: “Los controles -aún analiza Coldiretti- por parte del Área Territorial de Caza y la Provincia de Pisa son superficiales.
Si los jabalíes no encuentran comida, se ven obligados, para poder vivir, a ir a buscarla a otra parte, y lo hacen de forma sistemática, abandonando las reservas, ya sean públicas o privadas. Al contrario, a medida que se acerca el período de apertura de la caza, en las reservas, como por arte de magia, vuelve la abundancia de alimento e incluso vuelven los jabalíes ”.
Andrés Berti