Sin embargo, según la asociación, un problema debe resolverse lo antes posible, también debido al orden público. Se trata del provocaciones y agresiones verbales, intolerables y violentos, que se repiten en todos los hechos de este tipo y llevados a cabo por los "sospechosos habituales", extrañamente no identificables en la mayoría de los casos. Se han presentado tantas quejas, sin mencionar la trastornos de la caza que quedan impunes.
Los autodenominados activistas por los derechos de los animales hacen insoportable la vida de los cazadores y ciudadanos honestos. La pregunta será llevada a la atención de Cuestores y Prefectos: ACL ha prometido que hará oír su voz, recordando que fue la única asociación que en 2017 se dirigió a la prefectura de Brescia para tener una comparación con los Carabinieri Forestali y la Unidad Especial de la SOARA (la ex NOA para ser claros).