El Tribunal Administrativo Regional de Umbría anuló el auto con el que hace nueve meses el Ayuntamiento de Città di Castello había permitido lamatanza de palomas con armas de fuego en los lugares donde se permite la caza. El pasado mes de abril, de hecho, el alcalde Luciano Bacchetta hizo pública esta disposición, cuyo objetivo era asegurar unos niveles óptimos desde el punto de vista de la higiene y la salud y proteger el patrimonio cultural de la ciudad amenazado por los animales. La decisión de los jueces administrativos es la respuesta al recurso de apelación de la asociación ambientalista Víctimas de la Caza contra la misma ordenanza.
En la práctica, el error del municipio fue no reconocer a las palomas como pertenecientes a la vida silvestre. En realidad, estas aves son parte integrante del mismo, dado que, tal como lo establece el TAR, la jurisprudencia las ha clasificado de esta manera porque viven en un estado de libertad natural y están sujetas al sistema de protección previsto en la Ley 157. de 11 de febrero de 1992. Este último contiene las normas para la protección de la fauna homeotérmica y para la caza cinegética: la fauna en cuestión es considerada patrimonio no disponible del Estado y sujeta a protección en interés de la comunidad nacional e internacional.
Esto significa que la tala con armi da fuoco en las zonas de caza no está permitido, al menos no sin antes haber utilizado métodos de contención de aves que pueden considerarse ecológicos y por tanto incruentas. En el caso de que estos métodos fallen, entonces será posible proceder con la matanza, que debe ser llevada a cabo por guardias de caza especialmente designados y no por ninguna persona en posesión de una licencia de caza. La violación encontrada por la Corte es la del artículo 19 de la ley ("Control de Vida Silvestre"), por lo que ahora la orden contra las palomas tendrá que redactarse desde cero.
Durante la sentencia, el Ayuntamiento de Città di Castello había decidido no comparecer ante el tribunal y Federcaccia lo hizo, a pesar de ser cuestionado por la asociación Víctimas de la Caza. El problema de las palomas ha visto a la ciudad de Umbría involucrada en varias ocasiones. En concreto, la Concejalía de Medio Ambiente ha recordado en varias ocasiones la prohibición de alimentar a los animales, ya que pueden encontrar comida con facilidad. El reglamento interno también prevé que los ciudadanos eviten la asignación y asentamiento de aves, incluso con pequeñas intervenciones, como bloquear el acceso a cavidades en los muros e instalar bolardos (no solo sonoros) en alféizares y cornisas con el fin de limitar el deterioro y los problemas de higiene.