Numerosas Regiones han compartido nuestra interpretación de la Decreto del Primer Ministro 26.4.2020 autorizando y posibilitando así, entre otras actividades, realizar tanto la selección como laentrenamiento canino. Obviamente, en el lado animal, luchamos con la visión partidista habitual de decir como siempre "¡No!": no se puede hacer, porque la caza de selección y el adiestramiento de perros de caza son, oh no, una actividad lúdica y, por lo tanto, están excluidas de la lista de prácticas practicables. Pero el búsqueda de selección, ya que puede adscribirse a actividades en forma única al aire libre, siempre que se realicen respetando la distancia de seguridad, satisfaciendo también el interés y la necesidad de protección del mundo agrícola, está permitido por el art. 1 lett. a) yf) del Decreto del Primer Ministro de 26.4.2020 también con movimientos de un municipio a otro municipio dentro de la región de pertenencia.
Las mismas consideraciones se aplican a adiestramiento de perros en áreas al aire libre, con la finalidad dedicada y perimetral, por cuyo acceso el usuario cazador, siempre en forma única y en todo caso con la obligación de respetar la distancia de seguridad, abona una tarifa. Por tanto, la gestión de estas áreas es comercial y por tanto se encuentra autorización adicional en el art. 2 párrafo 1 del dpcm 27.4.2020 que liberaliza expresamente las actividades comerciales a que se refiere el Anexo 3 incluyendo, como se mencionó, las actividades agrícolas, la caza y servicios relacionados.
Las áreas de adiestramiento canino se encuadran dentro de las empresas agrícolas y representan para éstas una partida de ingresos económicos de carácter comercial, por lo que afirmar que se prohíbe su uso por parte del cazador individual significaría contravenir el DPCM 26.4.2020 en muchos aspectos. Entonces, los activistas por los derechos de los animales al decir que son actividades lúdicas no dicen falsedad - ciertamente no queremos negarlo -, pero ciertamente dicen solo una pequeña parte de la verdad: la que les conviene. Ahora, donde aún no se han hecho, esperamos las ordenanzas regionales, no nos arriesgamos salir sin permiso explícito, exponiéndonos a fuertes sanciones que en el futuro también podrían afectar la liberación / renovación de la licencia de armas de fuego, pero no nos dejamos engañar por sirenas que cantan canciones desafinadas.