Caza de jabalí en Toscana. ¿Invasión de jabalíes? No todo el mundo está de acuerdo, al menos en Garfagnana donde, según algunos equipos de caza, las capturas han disminuido significativamente en esta temporada de caza.
Un hecho que también estaría corroborado por el hecho de que, en algunas zonas, los daños a las tierras agrícolas también habrían disminuido. El debate se abre al intentar identificar la causa. ¿Los jabalíes se volvieron inteligentes? LOS cazadores ya no tienes buena puntería? ¿O hay alguien que llega primero?
Los entusiastas de la caza están a favor de la tercera hipótesis: los jabalíes, dicen, han disminuido porque los lobos se los comen. Y aquí la investigación se complica, también porque no hay datos fiables sobre el aumento de lobos en la zona. Ha habido lobos en Garfagnana durante muchos años, aparentemente viniendo de las montañas de Abruzzo. Son seguidos y estudiados por científicos de las Universidades de Roma y Siena y también el Parque Nacional del Appennino T los vigila con el “Wolf Appennine Center”.
Si las cifras son estables, parece difícil pensar que los lobos de este año hayan exterminado a cientos de jabalíes. ¿Y si fueran híbridos? Sí, porque uno de los fenómenos de los últimos tiempos es la presencia en el bosque de perros abandonados, que se vuelven salvajes. A veces se aparean con lobos (y aquí están los híbridos), otras veces se vuelven salvajes y agresivos.
La hipótesis se vería apoyada por el hecho de que los cazadores dicen haber encontrado cadáveres de jabalíes, cabras, muflones muertos pero no consumidos, cuando el lobo, en cambio, no suele dejar restos comestibles. Luego están los que dicen que los lobos (o híbridos o perros salvajes) habrían estado furiosos con los cachorros, más fáciles de atrapar, bloqueando así la repoblación normal de los jabalíes.
Luego está la hipótesis de una distribución diferente de los jabalíes en el territorio, quizás desplazándose a zonas más inaccesibles precisamente para escapar de los depredadores. Y luego el clima, menos frío de lo habitual, que habría permitido a los jabalíes permanecer en zonas mucho más elevadas. Un último escenario habla de problemas de disponibilidad de alimentos.
El debate, a falta de datos científicos, continúa. Y la investigación es una de las más intrincadas, también porque ante los testimonios de cazadores que aseguran no haber encontrado las clásicas señales del paso de jabalíes por kilómetros, hay entusiastas de la montaña que denuncian exactamente lo contrario.
(7 de enero de 2015)
Fuente: IlTirreno-Lucca