En los últimos meses, los cazadores toscanos han estado experimentando los efectos de una gran confusión mediática en su propia piel, relacionada con las innovaciones introducidas en el manejo de los ungulados. Los factores involucrados son numerosos y estaba ansioso por intentar reflexionar. El pasado mes de febrero se publicó la Ley Objetivo: hija de la Ley Regional de 1994, esta nueva ley prevé algunos puntos innovadores y ciertamente válidos. En primer lugar, define el propósito del manejo de ungulados en áreas aptas y no aptas, promoviendo una posible convivencia entre actividades antrópicas, como cultivos, y la presencia de ungulados en el territorio.
Otro punto interesante es la mejora de la carne de los ungulados muertos y su inclusión en una cadena de suministro controlada y sostenible. Desde el punto de vista operativo, la Ley Objetivo introduce algunas innovaciones en las técnicas de caza: para las especies de jabalí se permite la recolección en forma única para la aparición y la caza.
Para la recolección de cérvidos y bóvidos, se prevé un plan de "escalado" al menos hasta alcanzar el 70% del plan de muestreo. Los ATC podrán destinar no menos del 20% de los cérvidos y bóvidos para la venta. En definitiva, las noticias son muchas y traen consigo mucha confusión. Como primera reacción hubo una división de los cazadores en dos partes: "cazados" contra "selección". Muchos se preguntan por qué no mejorar la acción de contención de la caza (por ejemplo, anticipando la apertura o no limitando el número de días permitidos).
Y luego, para seguir otra división: "selecontrollers de la especie de corzo" versus "selecontrollers de la especie de jabalí": ¿las dos actividades serán simultáneas? ¿Mismo periodo? ¿Mismos días? ¿El mismo acecho fijo? ¿O los selecontrollers del jabalí en forma errante al mismo tiempo que los del corzo en los puntos fijos? ¿Y la seguridad? ¿La prioridad en la reserva de los replanteos?
Hay mucha confusión y, sinceramente, la sensación es que los órganos de gobierno no han tenido el tiempo (y la autonomía suficiente) para gestionar todo de manera eficiente.
Las áreas territoriales de caza, órganos subprovinciales según la Ley 157, fueron declaradas "inconstitucionales" cuando se fusionaron sobre la base del territorio provincial. Hasta el 31 de diciembre seguirán desempeñando sus funciones, entonces ¿qué pasará con los ATC actuales?
Mientras tanto, las operaciones llevadas a cabo hasta ahora por las Provincias se han convertido en una competencia regional, pero será necesario un tiempo para que el sistema se estabilice y los engranajes vuelvan a rodar.
La región de la Toscana, que siempre ha sido un faro en la oscuridad de la gestión de la caza en Italia, está pasando por un momento difícil. El descontento entre los cazadores es palpable y omnipresente: maltratado, traicionado, acosado por impuestos cada vez mayores, no representado ... Los seguidores de Diana en Toscana están presenciando el colapso de un sistema probado que era la envidia de muchos.
Sin embargo, el descontento que sopla entre nosotros todos estos días no debe prevalecer: ¡debemos permanecer unidos! No cedas a la tentación de la polémica como fin en sí mismo y populismo. Debemos informarnos, tener las ideas claras y pedir a las asociaciones de caza que representen nuestras opiniones.
El mundo de la caza ya tiene demasiados enemigos en la opinión pública y la caza de brujas dentro de él solo lo debilitará aún más. Quienes gestionan el territorio no pueden dejar de escuchar todas las voces del coro: ecologistas, agricultores y cazadores. Si aprendemos a escuchar antes de gritar, descubriremos que, por respeto a la Naturaleza, todos estamos más de acuerdo de lo que pensamos.