Hace dos días, domingo 28 de mayo de 2017, Colle Pizzuto acogió la fiesta organizada por Club de cazadores de Frascatani, una importante ocasión que reunió a más de cien personas de Castillos romanos. La jornada cordial permitió profundizar en los principales problemas que atenazan el mundo cinegético local. En particular, los aspectos más controvertidos de la Ley Nacional de Caza: las reglas se definen como discriminatorias para quien quiera ejecutar sus auxiliares.
Estos perros tienen la posibilidad de salir sin correa solo durante el período de caza y quince días antes de la apertura de la caza. Por eso se solicitó el establecimiento de áreas sin disparar y sin colocar juego en las que el perro pueda correr libremente. No ha faltado la crítica a las zonas donde está prohibida la caza. De acuerdo con la ley italiana, de hecho, las superficies en las que deben estar presentes parques y oasis de protección no deben ir más allá del 30% del territorio, mientras que en Lazio se acerca al 50%.
Los cazadores de Frascatani han acusado a estas áreas protegidas, ahora "abismos de dinero público", así como responsables de desequilibrio ambiental. Finalmente, se habló de la creciente implacabilidad de algunos círculos contra la caza, cuando, en cambio, los verdaderos defensores de la naturaleza son los cazadores que se convierten en centinelas del bosque y la naturaleza.