Caccia: El Presidente Nacional de Arci Caccia, Osvaldo Veneziano, escribe al Director General de Rai y al Presidente de la Comisión Parlamentaria de Dirección General y Supervisión de los Servicios de Radio y Televisión.
Como lamentablemente ocurre puntualmente en conjunción con la apertura de la nueva temporada de caza, también este año no pude dejar de notar con gran pesar cómo el mensaje que a uno le gustaría transmitir a toda costa, incluso con la ayuda de la misa nacional media., es que de hecho la categoría de cazadores debe entenderse como una representación de "criminales legalizados", cuya conducta no sólo, según algunos, debe equipararse a la de los cazadores furtivos ordinarios o "masacres" sádicas, sino incluso a que de especuladores despiadados y hábiles incluso dispuestos a quemar hectáreas enteras de madera por intereses económicos vinculados a la caza. Dejando de lado para comentar aquí toda esa multitud de artículos y servicios periodísticos en los que solo se da voz a asociaciones opuestas a la caza (¡sin, sin embargo, nunca entrevistar ni a un solo cazador!) De difamación, lo que en cambio quiero disputar con fuerza hoy en mi capacidad como Presidenta Nacional del Arci Caccia, es lo que informó la periodista de la RAI, Lidia Scognamiglio, durante el reportaje transmitido a las 20:51 durante el TG2 del 21/08/2013, dado que la flagrante desinformación contenida en el mismo fue revelada a través del uso de un servicio público que, precisamente como tal, debería en cambio garantizar únicamente la divulgación de noticias de interés público y sobre todo información debidamente comprobada previamente.
Me refiero, más concretamente, a aquella parte del reportaje en la que el mismo periodista, al comentar sobre la detención de un presunto pirómano en la provincia de Isernia, afirmó que "sólo en cinco de cada cien casos detrás de tal caso de hecho , se esconde una patología real… las causas suelen estar ligadas a intereses económicos como el uso alternativo de ese terreno para la construcción, el pastoreo, la caza… ”.
Pues bien, dado que hasta el día de hoy se desconoce la fuente a partir de la cual la Dra. Scognamiglio habría utilizado para adquirir información sobre el incendio provocado y los datos estadísticos relacionados citados en su servicio, tal noticia, precisamente como manifiestamente infundada, no solo hace evidente una vez más la la ineficacia de aquellas oficinas que, en el ámbito de la información pública, deberían en cambio cumplir diligentemente con su tarea de garantizar y proteger la autenticidad de la información divulgada, pero más aún el abuso que, de un servicio público como el de la RAI, es demasiado frecuente perpetrados por intereses personales que nada tienen que ver con los públicos y, como en este caso, en detrimento de una categoría de ciudadanos honestos como la de los cazadores.
Si examinamos el contenido del reportaje periodístico, se evidencia en efecto el corte indudablemente instrumental y despectivo hacia la actividad cinegética, que la periodista Lidia Scognamiglio quiso dar a su trabajo en la parte en la que pretendía destacar entre las primeras causas. que empujan a los pirómanos a iniciar incendios, incluido el de supuestos intereses económicos vinculados a la caza.
Dado que sigue siendo extremadamente difícil entender cómo un incendio provocado podría favorecer económicamente la caza, aunque sea remotamente, dado que no solo un desastre de esta magnitud también causaría daños considerables a la vida silvestre y, por lo tanto, a la actividad cinegética en sí, sino de conformidad con el art. 10 de la Ley Marco de Incendios Forestales (L. n. 353/2000), sin embargo, está prohibida la caza durante diez años precisamente en aquellas zonas que hayan sido afectadas por un incendio, en todo caso los datos recogidos por el Cuerpo Forestal del Estado a partir de la del año 2000 y hasta fines del 2011 en relación a los incendios forestales, niegan categóricamente lo expresado por el citado periodista.
De hecho, basta con examinar en detalle la información reportada en el último informe elaborado en 2011 por el Cuerpo Forestal del Estado, para ser absolutamente consciente de las causas que empujan a los pirómanos a iniciar los incendios.
Según el relevamiento estadístico ilustrado en el citado informe, parece que en todo el período del año 2000 al 2011, solo 10 personas fueron denunciadas a la Autoridad Judicial por incendios forestales causados por presuntamente atribuibles a temas de caza y caza furtiva, así como ya que en el mismo lapso de tiempo solo se realizaron 3 detenciones por supuestos temas relacionados con la caza furtiva o disputa por territorios de caza, mientras que en el año 2011 no se hizo ningún reporte ni arresto por temas relacionados de alguna manera con la caza.
Por otro lado, del examen de los mismos datos de información, parece en cambio que en el mismo período de tiempo, de un total de 149 arrestos, 44 se referían a cuestiones relacionadas con fenómenos de angustia personal, emocional y social, y 12 empleados involucrados. en cierre para obtener beneficios directos o para aumentar el rol de uno.
Pues bien, teniendo en cuenta que la noticia difundida durante la edición vespertina del TG2 del 21/08/2013 se refería precisamente a la detención de un auxiliar del servicio de extinción de incendios sorprendido en el acto de lanzar un gatillo incendiario, es lícito preguntarse por qué este celoso periodista Quería subrayar a la fuerza una supuesta e irreal conexión entre el incendio provocado y la caza, en lugar de detenerse en toda esa conspicua casuística de actos de piromanía que resultaron haber sido cometidos por auxiliares del servicio de extinción de incendios.
Y esto a pesar de que los mismos datos estadísticos recogidos por el Cuerpo Forestal del Estado efectivamente han demostrado que en el espacio de once años los incendios cometidos por causas relacionadas precisamente con esta categoría de sujetos (los auxiliares del servicio de prevención de incendios, precisamente) fueron se encontró que eran cuatro veces más altos que los causados por hechos atribuibles a problemas de caza y caza furtiva.
Evidentemente, sin embargo, lo interesante en este momento, con la inminente llegada de una nueva temporada de caza, era el deseo de "empaquetar" un reportaje periodístico que, al reportar datos e información completamente incorrectos, divulgara el "mensaje" no demasiado subliminal. que "cazar" es sinónimo de "crimen".
Ante esto, no puedo dejar de denunciar este enésimo episodio de "mala información" y "explotación" del servicio público para fines e intereses personales a los responsables, ya que información absolutamente falsa e infundada, que no ha hecho más que contribuir a la esa actividad calumniosa y despectiva que injustamente lleva años arrasando en detrimento de la caza y de todos los que la practican.
Por estas razones, al no querer postergar más eventos de este tipo, en mi calidad de Presidenta Nacional de la Arci Caccia, además de honesta cazadora, desconfío de la RAI de difundir noticias falsas y tendenciosas contra la categoría que represento y de la que participo con orgullo, señalando que en cualquier caso he dado un mandato expreso a mis abogados de confianza, Avv. Alessandro Ippoliti y Avv. Antonello Meuti, para evaluar la oportunidad de proceder también con los procedimientos judiciales ”.
Roma, 11 de septiembre de 2013
ARCI HUNTING NACIONAL
Largo Nino Franchellucci, 65 años
00155 Roma
Tel. 06/4067413 - Fax 06/40800345
Web: www.arcicaccia.it - E_Mail: [email protected]
- Recibido y publicado -
11.09.2013