La Confederación de Cazadores de la Toscana presentó un balance muy respetable con motivo de laúltima junta general. El secretario Marco Romagnoli habló con entusiasmo sobre la solicitud de adhesión de laAutoridad de productores de juegos, una noticia positiva porque la asociación representa a la mayoría de las empresas de caza y agroturismo de la Toscana. Por tanto, el proceso inclusivo de las TMC avanza y la atención hacia él está creciendo.
El propio Romagnoli recordó las iniciativas de calidad de los últimos meses, desde la presión ejercida sobre los candidatos políticos para la firma de un documento programático en asambleas destinadas a cambiar la muy discutida Ley Objetiva sobre ungulados. La sentencia, reiterada en más de una ocasión, sobre este texto normativo fue siempre negativo y se describirán propuestas internas a agricultores, grupos políticos y otras asociaciones de caza.
En cuanto a la investigación, salió muy bien el proyecto del juego migratorio, útil para mejorar el conocimiento científico y la recopilación de datos. En este caso se colaborará con la ACMA (Asociación de Cazadores de Migrantes Acuáticos) y el Club del Colombaccio. Otro elemento fundamental es el de la actividad canina, con una serie de pruebas y campeonatos que enfatizaron la calidad de las razas. La conclusión fue muy optimista: "Con optimismo y determinación, por lo tanto, cada vez más cerca del objetivo de la unidad de los cazadores, en la Toscana y en el país.".