Una simple entrevista que ha provocado una gran polémica: la Príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel II y duque de Cambridge, hizo algunas declaraciones a ITV News, explicando cómo caza de trofeos puede justificarse en determinadas circunstancias. Según él, de hecho, el impacto podría ser positivo, especialmente en lo que respecta a las especies en peligro de extinción. Según William "cuando un animal no es fértil y está al final de su existencia, el pago de dinero de alguien es justificable en relación con la conservación de la especie". Una de las principales críticas fue formulada por Ayuda de León, una asociación con sede en el Reino Unido que busca proteger a los leones.
Los comentarios del Príncipe fueron descritos sin rodeos como "tristes". Según su opinión, además, no hay ningún lugar en el mundo para la caza comercial de estos mamíferos, en consecuencia, los trofeos nunca podrían considerarse algo sostenible. Lion Aid luego señaló que un león de seis años no está en el siguiente etapa después de la reproducción, sino en el de la madurez. No es la primera vez que discute con William por sus afirmaciones relacionadas con el campo de caza.
Por ejemplo, en 2014 no pasó desapercibido su viaje a España para cazar ciervos y jabalíes un día antes de lanzar un llamamiento para detener los sacrificios ilegales. El nieto de la reina todavía cobró la solidaridad del Consejo Internacional para la Caza y Conservación de la Vida Silvestre (CIC) así como el Federación de Asociaciones de Caza y Conservación de la Unión Europea (más conocido como FACE). El puesto debidamente regulado en la caza de trofeos ha sido aprobado sobre la base de evidencia científica. Según las dos asociaciones, de hecho, una caza bien gestionada y sostenible puede generar beneficios tangibles tanto para las personas como para la fauna.
La caza sostenible también es capaz de promover los esfuerzos de conservación de especies y hábitats, no solo dentro de las áreas protegidas. No debe olvidarse que la caza comercial proporciona importantes incentivos socioeconómicos para las comunidades que deben convivir con la vida silvestre. FACE y CIC han remarcado cómo los trofeos han facilitado la recuperación del antílope en territorio sudafricano, mientras que la caza sostenible de rinocerontes blancos les ha hecho recuperarse de una población de pocos ejemplares. Las iniciativas contra la caza comercial, por otro lado, se han calificado como un colonialismo moral inaceptable y un elemento que favorece la proliferación de la caza furtiva.