Tomar un poco de banalidad y clichés sobre la caza; una pizca de falsa bondad, que por su procedencia huele a burla - los cazadores son ancianos, hay que protegerlos -; una cucharada de espíritu de venganza - "¿por qué ellos sí y nosotros no?" -; un vaso lleno de imaginación - métodos ecológicos, que todos saben que son en lugar de ineficacia probada -; un cucharón abundante de alarmismo, donde son maestros - riesgo de epidemia, dáselo al engrasador -; atar todo con abundante salsa de ideología y voilà, el plato de lago en la caza del jabalí para ser servido a personas que piensan correctamente y acompañantes de bocadillos está listo. Lástima que la denuncia preparada por la Liga para la abolición de la Caza contra la Región de Las Marcas sea una receta indigerible incluso incomible porque cualquiera, en lugar de guiarse por ideas preconcebidas, aplica la razón y el sentido común.
Sin repetir lo conocido y conocido por todos, aunque quizás no por él, recordamos al delegado Lac Danilo Baldini, que lo que él define como "una interpretación completamente arbitraria de las Regiones" es la opinión de las Prefecturas - máxima representación del Gobierno en el territorio y no del club de caza local - que han reconocido, y ni una sola vez, la utilidad pública de la caza en general y el del jabalí en particular. Caza y contención, dos actuaciones jurídicamente muy distintas pero ambas imprescindibles para limitar el número de jabalíes, que causan graves daños a la producción agrícola, representan una grave amenaza para el tráfico rodado y, sobre todo en este momento, constituyen un posible vehículo para la propagación de Peste porcina africana.
En nuestra región, Coldiretti se ha quejado reiteradamente de los daños causados a los cultivos por las manadas de jabalíes, que en su mayoría se refugian en parques y áreas protegidas, a pesar de la acción de los criadores, que por sí solos no son suficientes para reducir su número. Cuán insuficientes son incluso los métodos de disuasión más eficaces, y ni siquiera queremos abordar la cuestión de soluciones imaginativas, como anticonceptivos o similares, el hecho de que los rebaños derriben cada vez más las cercas electrificadas colocadas para proteger los campos, lo atestigua, agregando daño al daño para las empresas agrícolas. Coldiretti Marche, una vez más, no es el club de caza debajo de la casa, ha estimado, según los datos del informe de caza regional, daños a 2,5 millones de euros entre 2013 y 2017. De esta cifra, alrededor de 2 millones fueron causados por jabalíes. Y en estos tres años han vuelto a aumentar y no poco.
En lo que a nosotros respecta, los argumentos sobre la necesidad de la actividad cinegética de los equipos, así como la actividad paralela de control y contención, nos parecen más que suficientes. Dejamos fuera las otras tesis presentadas, tan sesgadas que ni siquiera merecen ser comentadas. Sin embargo, queremos cerrar con la tranquilidad de representantes de Lac evidentemente tan preocupados por la salud de los cazadores. Nosotros en Federcaccia fuimos los primeros en preocuparnos, aún en la primera fase de la pandemia y caza cerrada, por elaborar, con ayuda de fuentes médicas, una serie de indicaciones prácticas muy precisas y efectivas, respondiendo a todas las indicaciones del gobierno en materia de la prevención de la propagación del virus y su propagación entre nuestros suscriptores e entre los cazadores en general, con especial atención a quienes practican la caza colectiva. Y los integrantes de los equipos de caza de jabalí se encuentran entre los que mejor respondieron, gracias también a su organización interna y al sentido de responsabilidad de los capataces, adaptando o evitando aquellas fases donde era más difícil respetar los preceptos sanitarios recogidos en las distintas circulares de las autoridades sanitarias nacionales.
Cazar es distanciamiento natural, practicada en lugares abiertos y solitarios, lejos de otras personas y aglomeraciones, tan fácil y común en cambio en las áreas urbanas y en las actividades cotidianas normales, una situación a la vista de todos. Así que cálmate Baldini. Le agradecemos sus preocupaciones sobre nuestra salud, pero definitivamente será mejor que dirija su atención a otra parte en lugar de justificar con Covid el enésimo intento de cerrar la caza, el único pensamiento verdadero de Lac y sus asociaciones acompañantes.