Las reflexiones del prof. Nobile sobre el documento ISPRA sobre clima enviado a Federcaccia.
El profesor Franco Nobile, nacido en 1931, es uno de los oncólogos más reconocidos de nuestro país; presidente de la Legatumori de Siena desde 1970, participa en Italia y en el extranjero en investigaciones y proyectos para la prevención y detección de fuentes de riesgo en comisiones ministeriales e internacionales. Por su larga y ecléctica carrera médica, y en particular por su investigación sobre los riesgos del uranio empobrecido en los Balcanes, en 2004 recibió la Medalla de Oro al Mérito de la Salud Pública.
A pesar de los numerosos e intensos compromisos profesionales, Franco Nobile nunca ha descuidado su pasión por la caza y la naturaleza. Director de la Federación Italiana de Caza, ex presidente de la Unión Nacional de Cazadores Cinghialai, ha publicado con gran éxito obras de ficción y técnicas de caza: ¡Vivamaria!; Caza tradicional de jabalíes; Entrevista con el zorro; Gestión de la caza de animales salvajes del jabalí; El tesoro de Borgovecchio; Il Cinghiale (Premio Bancarella Sport 1988) y La Buca del Paradiso.
En 1990 fundó y luego dirigió hasta la reciente suspensión de publicaciones, la revista “Habitat”, todavía un ejemplo de una revista rigurosa y visionaria de manejo de la vida silvestre donde la ciencia siempre prevaleció sobre la ideología.
De él hemos recibido algunas notas, reflexiones rápidas pero no menos agudas sobre el documento de ISPRA sobre el clima, que creemos es importante compartir y hacer público. Quizás con la esperanza de que sirvan para estimular una respuesta de quienes redactaron y difundieron ese documento.
En una primera lectura breve del documento de su amigo Silvano Toso saltan a los ojos algunas consideraciones.
Las consecuencias negativas de las inclemencias climáticas representadas sobre todo por la sequía han tenido una distribución diferente en el territorio nacional. Por ejemplo, no se aplica a:
- Zonas alpinas, prealpinas, apeninas y de montaña y estribaciones en general, más sujetas a precipitaciones.
- Zonas ribereñas de ríos, lagos y marismas y la red de agua artificial conectada a ellas, incluidos los cultivos de regadío.
- Intervenciones de manejo de vida silvestre en relación con las necesidades hídricas de la fauna tanto en las áreas protegidas como en los ATC.
Se carece de evidencia epidemiológica, respaldada por las relativas pruebas de laboratorio sobre el (supuesto) estado actual de deshidratación de la vida silvestre, la misma que también vive en condiciones aún más secas en todo el cinturón norteafricano: desde ungulados hasta liebres, faisanes, perdices, codornices, acuáticas. se aloja en el muy árido Sahel.
Grave subestimación científica, biológicamente arbitraria, del potencial de resistencia de los organismos animales a la deshidratación, así como de su adaptabilidad y mecanismos evolutivos y de selección natural.
Dramatización (¿emocional?) De la contingencia climática actual ("condiciones climáticas extremas"). Aumento de la mortalidad de la fauna (¿dónde, cuándo y cuántos?). El área natural afectada por los incendios es cuantitativamente irrelevante en comparación con la extensión de los hábitats boscosos.
Las medidas propuestas son instrumentales, irracionales e injustificadas. ¿Por qué no entrenar perros? ¿Quién bebe en casa y debe estar capacitado y capacitado, independientemente de que se haga la bolsa de juego?
¿Por qué prohibir la caza del acecho para evitar extracciones masivas en abrevaderos que ya están prohibidos por la ley?
Caza de sedentarios: recurso arbitrario a restricciones de calendario como precaución y no por motivos verificados en los distintos ATC. Las limitaciones a las extracciones de fauna acuática son ridículas y anacrónicas ... generalmente ausentes donde no hay agua. Sería como prohibir la pesca en arroyos secos.
Además, no se tiene en cuenta lo siguiente:
- retiros de granjas de caza, un recurso económico en tierras marginales;
- tasas sobre especies migratorias.
Conclusión: inferencias arbitrarias, teóricas, rayanas en emociones animalistas, no sustentadas por hallazgos científicos y sobre todo por controles sobre el territorio ... ¡según el comportamiento consolidado de las opiniones enviadas por correspondencia! Conclusión final: Y la habitual estafa de la memoria antigua.
En lugar de proponer medidas serias, aunque costosas, de remediación ambiental, incluida la mejora preventiva del agua, todo se puede resolver, de inmediato y para siempre ¡CIERRE LA CAZA!
franco noble