Caza en derogación: En Veneto desde ayer se ha disparado con el régimen de derogación y la Fidc y Confavi han lanzado acusaciones mutuas.
Desde ayer en Véneto es posible disparar "en excepción" a bisbitas, estorninos, pinzones, zarzas, frosoni y (sólo durante una semana) prispoloni. Pero mientras tanto continúa el tiroteo entre políticos y asociaciones de caza.
El Consejero Regional Daniele Stival responde a las duras críticas del Excmo. Sergio Berlato ("¿por qué no se replicó la resolución del año pasado, ya impulsada por el TAR?") Acusándolo de "graves inexactitudes": las resoluciones del año pasado fueron tres y la última "suspendió los retiros en derogación", precisa Stival, quien define las referencias al Alquitrán como "cuentos de hadas" y luego acusa: "si Berlato quiere que apliquemos la resolución de 2009, que preveía la posibilidad de cazar 27.063 zarzas y 81.797 estorninos, es decir, una pseudocaza en derogación , No estoy allí ".
Y Federcaccia (Fidc) aplaude a Stival pero ataca a la asociación cercana a Berlato, ACV y Enalcaccia, "que al romper la unidad del mundo cinegético, de hecho han obstaculizado la aprobación de la caza en derogación de la ley autonómica". Perdimos una oportunidad única, que nos hubiera permitido cazar pacíficamente hasta el 31 de diciembre ». Federcaccia cree que todavía es posible votar en el Consejo.
Acv-Confavi dura respuesta con la presidenta María Cristina Carretta quien recuerda que Stival (y Federcaccia) apoyaron un calendario de caza 2010-2011 al que se opuso todo el mundo de los cazadores porque impone restricciones a las licencias de caza y cuotas de acceso a las Áreas territoriales ya. pagado.
En cuanto a la ley regional para la caza en derogación, todas las asociaciones ("Federcaccia excluida, por supuesto") querían "la misma ley sobre derogaciones aprobada y aplicada en Veneto de 2002 a 2008". "El binomio Feder-Lega debe, por tanto, dejar de intentar poner sus responsabilidades en los demás, resultado de su manifiesta incapacidad para gestionar el material de caza".
Fuente: The Journal of Vicenza