Muchas veces nos hemos quejado con razón de que nuestras apelaciones, nuestros argumentos fueron poco considerados por la prensa "general", y cuando lo hacían siempre tendían a denigrarnos. En esta ocasión la discusión es enteramente nuestra, nuestro mundo de caza y cazadores. ¿Realmente queremos hacernos una autocrítica?
Más o menos todos estamos unidos en decir que los anti-cacerías se mueven sobre la base de prejuicios, de posturas que desconocen el simple conocimiento de cuestiones relacionadas con la naturaleza, las tradiciones, la correcta y moderna gestión del territorio. Nos indignaron las acusaciones infundadas, tratamos de explicar nuestras razones encontrando siempre el mismo muro de goma.
¿Y qué hacemos por otro lado? ¿Cometemos exactamente los mismos errores, somos igualmente obtusos con los que no practican nuestro tipo de caza?
Cuántas veces se les ha dicho a los cazadores de selección: disparar a un animal inmóvil que come no es cazar. Es muy simple. Es como dispararle a una vaca pastando. Y los mismos selecontrollers que dicen de la caza en cacería: no es ético, no es sostenible, es barbarie. Los tordaioli y larkers son "cellettari" para usar un término despectivo que indica una caza menor. Algunas cochinillas se encuentran entre las más extremas, están en contra de todo lo que no corresponda exactamente a su estricto modelo de caza. Hay quienes deciden que cazar en el extranjero es fácil y poco ético (quizás porque nunca han ido allí), quienes hacen la distinción entre especies cazables, obviamente legalmente, como si para ser un buen cazador solo se debe cazar lo que dicen.
En resumen, mirando atentamente esta imagen, diría que los anti-cazadores no se equivocan al decir las tonterías que continuamente apoyan si logramos ser tan feroces entre nosotros.
En mi opinión, la clave es el conocimiento, la información. Entender la caza ajena, intentando conocer sus tradiciones, historia, técnica, antes de juzgar. Entonces, obviamente es legítimo tener opiniones y gustos diferentes, pero lo importante es no despreciar de forma preconcebida lo que no se conoce ni se practica. Unidos ganamos, las divisiones en cambio nos siguen debilitando y si seguimos así tendremos muy poco que pelear entre nosotros, mientras tanto nuestros enemigos habrán pensado en quitarnos la pasión.
Buena suerte a todos.
Federico Cusimano