laCompañía de caza de vida silvestre “Fra Diavolo” de Itri, en la provincia de Latina, emitió una nota en la que elaboró un balance con una serie de consideraciones sobre la actividad desarrollada. El compromiso de salvaguardar el territorio y organizar eventos lleva tiempo, pero está ahí. un problema grave por resolver. De hecho, durante la gran mayoría de las jornadas de caza, el controles por la vigilancia de la caza, pero las metodologías parecían inusuales y extrañas, ya que se alegaban infracciones inexistentes.
En particular, se cumplieron las actas sin impugnar ninguna infracción: los cazadores se habrían visto obligados a colocar una cruz en algunas casillas del carnet de caza en ausencia de la obligación de hacerlo. Por eso los cazadores tuvieron que afrontar disputas sin ninguna base. Además, el personal encargado de controlar a los cazadores utilizó herramientas personales, a través de controles fronterizos, distancias de caminos y viviendas sin las herramientas oficiales provistas (Detector de gps en primis).
En Itri, por tanto, no se considera correcto que exista esta imparcialidad: la empresa ya no puede soportar esta situación, recordando que todos los cazadores son ciudadanos honestos y respetuoso de las leyes. El llamamiento dirigido al resto de asociaciones cinegéticas es para defender la categoría de situaciones de este tipo con los dientes apretados.