Prediciendo la noticia batida por la tarde por la Ansa de dos casos confirmados de positividad al PSA en una pequeña granja de cerdos dentro del zona roja de la capital, ayer por la mañana las asociaciones de caza reconocidas se reunieron en la sala de control y el CNCN ya se había puesto en contacto con el presidente de la Región de Lazio Nicola Zingaretti, al Concejal de Sanidad e Integración Sociosanitaria Alessio D'Amato y al Concejal de Agricultura, Bosques, Fomento de la Industria Alimentaria y Cultura; Igualdad de Oportunidades Enrica Onorati, instando a una reunión urgente sobre la gestión de la emergencia PSA (Peste porcina africana).
En el centro de la solicitud de comparación, las medidas tomadas por la Región o por ser promulgadas, con especial atención a la creación de una nueva zona de respeto, la llamada "zona celeste", extendida unas 4 veces la zona roja que prevé, entre otras limitaciones, la suspensión de la actividad de selección de las especies de jabalíes y corzos también en las zonas fuera del foco, en abierta contradicción con el procedimiento previsto a nivel europeo, que para estas zonas, por otro lado, requiere actuar con rapidez para despoblar la especie del jabalí.
"No está claro cuál es la estrategia adoptada por la Región Lazio - comentó el presidente nacional de Federcaccia Massimo Buconi - que parece más interesada en apoyar las absurdas y anticientíficas peticiones de protección de los habituales márgenes animalistas y ecologistas eso de proteger no solo a la fauna, que ciertamente no se beneficia del utópico 'déjalo en manos de la Naturaleza' que proponen los sospechosos de siempre, sino sobre todo en este caso al sector agroalimentario de nuestro país”. “Son un claro ejemplo de ello – continúa Buconí - los dos cerdos de una pequeña granja dieron positivo cerca del Parque Insugherata, en medio de la zona roja.
No sólo compartimos las consideraciones vertidas al respecto por Coldiretti, sino nos preguntamos y preguntamos a los responsables: ¿por qué todavía hay cerdos en la zona infectada? ¿No prevén las normas el sacrificio o la matanza inmediatos? Y sobre todo: aquí, como lamentablemente a nivel nacional, ¿estamos trabajando para solucionar el problema o para agrandarlo? ¿Quién tiene que hacer y comprobar, qué está haciendo?”. (fuente: FIDC).