En septiembre de 2018 fue aprobado por Consejo Regional de Liguria, a propuesta del Consejero Mal, la ley regional n. 17/2018 para modificar, después de casi treinta y dos años, la ley regional del 25 de enero de 1984, n. 7 (Normas para regular la actividad de taxidermia y embalsamamiento). Los cambios, además de prever algunos ajustes necesarios (como el traspaso de competencias de las Provincias a la Región o el ajuste del monto de las sanciones de liras a euros), han introducido dos innovaciones principales:
1- la posibilidad de que el taxidermista prepare los restos de animales:
- incluso pertenecientes a especies no cazables, encontradas muertas por motivos distintos a la caza, previa presentación de un certificado veterinario;
-perteneciendo a especies de caza, sometidos después de la matanza a tratamientos de larga duración (por ejemplo, congelación) y llevados al taxidermista fuera del período en que está permitida la caza, siempre con un certificado veterinario adecuado;
2- la posibilidad de denunciar la posesión de peluches a la Región, preparado antes de 1984, sin incurrir en sanciones.
En cuanto a la nueva ley de taxidermia, el Gobierno, a propuesta de Ministro de Medio Ambiente Sergio Costa y Ministro de Justicia Alfonso Bonafede, interpuso recurso de apelación ante el Tribunal Constitucional el cual, con sentencia núm. 236 presentada el 15/11/2019, probó que la Región de Liguria tenía razón en todos los puntos: la primera denuncia fue declarada inadmisible por falta de motivos adecuados, mientras que la segunda y tercera cuestiones de constitucionalidad propuestas por el Gobierno fueron declaradas infundadas. Después de la sentencia del Consejo, por lo tanto, nada cambia para las normas regionales de Liguria sobre taxidermia que continúan siendo plenamente vigentes y, gracias a los cambios introducidos hace un año, más concretos y adecuados para la protección efectiva de la fauna (ANUUMigradores).