caza con jabalí en Cerdeña. Demasiadas restricciones dictadas por la determinación regional n. 7 de 2015 que proporciona nuevas disposiciones sobre caza de jabalí.
Así lo denuncia la empresa autogestionada Mattaquitza de Siniscola que, a través de la voz de su presidente Gianluigi Farris, declara que no ve con buenos ojos las disposiciones de la nueva normativa que, aunque concebida para combatir el fenómeno de la peste porcina africana, parecen suscitar cierta perplejidad en torno a "la excesiva burocracia -se subraya en un comunicado de prensa- que imposibilita seguir cazando".
Entre obligaciones y prohibiciones sancionadas por la determinación regional, que fija los objetivos de la vigilancia epidemiológica en jabalíes contra la peste porcina y la consecuente regulación de la caza en áreas sujetas a restricciones, Gianuluigi Farris se centra en dos aspectos que comparados con otros han despertado la decepción de la empresa de caza Siniscola.
El primero se refiere a la obligación impuesta a las empresas de dotarse de una fosa aséptica para "el entierro, según informa la ley, de cadáveres y entrañas de caza que debe tener lugar en sitios a no más de 300 metros del lugar de almacenamiento". , lo que Farris considera imposible dado el alto porcentaje de lugares de almacenamiento presentes en el municipio. El segundo aspecto, en cambio, se refiere a la custodia de la caza durante varios días en los lugares de almacenamiento, es decir, hasta la respuesta de las pruebas serológicas, para lo cual "sería necesario -afirma el presidente de la empresa- equipar todos los lugares con cámaras frigoríficas especiales con costos insostenibles ".
Una solución propuesta por la autogestionada Mattaquitza sería revisar la legislación y hacer los cambios necesarios al respecto, o, como ocurre en otros sectores, "destinar - concluye Gianluigi Farris - las aportaciones a las empresas cinegéticas para que puedan equiparse. con el equipamiento requerido por ley ".
(3 de noviembre de 2015)
Fuente: LaNuovaSardegna-Nuoro