Según lo informado por el CCT, a partir del 1 de noviembre en la mayoría de los distritos toscanos y ATC, el caza del jabalí en la forma tradicional de "cazado". La forma de caza más popular. entusiastas del jabalí que tiene raíces remotas y que aún hoy involucra a miles de participantes en nuestra región. El equipo como entidad colectiva, las reglas comunes, el trabajo realizado durante todo el año para llegar a la hora del visto bueno para las jaurías de sabuesos, siempre han sido el pegamento para una caza vivida como un fuerte momento de sociabilidad, de solidaridad que involucra y une a jóvenes y mayores.
Un patrimonio de la Toscana, que más allá de las polémicas que han animado la política, las instituciones y el mundo de la caza y la agricultura durante años, sigue resistiendo el paso del tiempo y muestra un herramienta de gestión insustituible de las poblaciones de una especie tan querida como problemática. Los equipos a menudo demonizados juegan un papel insustituible tanto por el número de animales capturados como por las múltiples acciones de prevención, seguimiento y matanza controlada de la especie. Para ello conviene recordar que el plan de muestreo aprobado sólo para las áreas idóneas y red de las acciones de control y selección cinegética, rige para la temporada de caza actual en torno al 80 mil ejemplares.
Un número extraordinario que nunca podría alcanzarse con otras técnicas de caza. El comienzo de la temporada se caracteriza por un clima excepcional y ciertamente no conciliador. Ayer se conoció la noticia del comunicado emitido por el concejal Remaschi en el que se invita a los equipos y cazadores que operan sobre todo en las zonas del sur de Toscana máxima observancia de la prudencia y las indicaciones de protección civil para la alerta meteorológica naranja. Una invitación que va acompañada de la de garantizar el cumplimiento de todas las normas y reglamentos de seguridad para el correcto desarrollo de las cacerías, que la Confederación de Cazadores Toscanos también pretende dirigir a todos los cazadores que en estos días volverán a experimentar el bosque. Y una pasión por la caza. La seguridad está garantizada actuando escrupulosamente y no dejando ninguna acción al azar.
La seguridad también depende mucho del comportamiento de cada cazador, que tendrá que anteponer la prudencia y la previsión a todo lo demás. Afuera hay un mundo y una opinión pública mirándonos bajo los reflectores; algunas partes están impulsadas y animadas por los derechos de los animales y la obsesión contra la caza, listas para aprovechar todas las oportunidades, incluso las más trágicas, para desatar ataques a nuestra categoría y nuestra pasión. Los accidentes de caza, aunque estadísticamente menores en número que otras formas de actividades al aire libre, representan para el mundo de la caza no solo una tragedia desde el punto de vista humano, sino un arma mortal y mediática en manos de nuestros adversarios y chacales anti-caza. ¡Cazando, por tanto, con la pasión habitual, llevando la escopeta y la cabeza al hombro!