Un amarillo real: así se definió el caso que ocurrió en Pezzaze, un pequeño pueblo en el Val Trompiá (provincia de Brescia). ¿Que pasó exactamente? Domingo 21 de octubre un cazador estaba en acción cerca de un cobertizo propiedad del municipio lombardo. A grupo de activistas por los derechos de los animales con el rostro tapado (unos 20 para ser precisos) han arrasado las publicaciones fijas, liberando las llamadas en vivo y luego huyendo.
Ni les faltaron los insultos hacia el cazador. Los Carabinieri están investigando el asunto, con el Ayuntamiento de Pezzaze que ha publicado una nota para expresar su solidaridad con la escopeta. Este último se comportó de manera ejemplar, sin responder a las provocaciones y denunciar todo a la policía.
Entre otras cosas, la cabaña había estado en concesión al cazador por poseer todos los requisitos legales, por lo que solo se puede condenar el acto violento. La misma invitación también se dirigió a otros cazadores que deberían (obviamente nadie lo desea) se enfrentan a otros alborotadores para evitar consecuencias desagradables. Afortunadamente en esta situación no hubo ningún problema, pero nunca se debe disminuir la atención por ningún motivo.