Y así, casi un mes después del decreto del Consejo de Estado sobre el Calendario de caza toscano, el Departamento y la mayoría de gobierno de la Región ellos "tiraron la toalla". Con una nota de prensa lacónica y notarial, ayer por la noche parece haber terminado una etapa en la que, como hemos argumentado reiteradamente, La región de Toscana podría y debería haber superado los resultados de esta sentencia injustificablea con el coraje y la autoridad que le pertenecen. Nosotros y todos los cazadores ciertamente no tenemos suficientes certificados de solidaridad que el Concejal se haya visto obligado a representar, ni estaremos dispuestos a asistir al habitual juego de la culpa a las responsabilidades.
No cabe duda de que la suspensión y extinción anticipada de la especie (Becada, paloma torcaz, mirlo, corvidae y anatidae) no es el resultado de una voluntad de la Región de la Toscana; esto, sin embargo, no quita el hecho de que en este largo período de tiempo la empresa no ha hecho lo necesario para llegar a una solución positiva al problema. La falta de opinión de Ispra no puede considerarse el “pararrayos” de la situación, se puede aceptar las razones del rechazo y una falta por parte de un órgano del Estado y del Ministerio, que por ley debe emitir dictámenes, que se pensó superar con torpeza con una reunión tardía, como inútil, organizada con tiempo vencido. los Opinión de Ispra de hecho ya se había previsto previamente para la elaboración del Calendario de Caza.
Un dictamen que no se ha visto afectado por la orden del Consejo de Estado y que habría sido necesario nuevamente solo para justificar una posible extensión de los horarios de caza hasta el 10 de febrero; no reconfirmar los tiempos establecidos por el Calendario. Y así, en lugar de proceder con celeridad a la aprobación de una resolución resolutiva o de una posible reforma de la ley, seguimos por un camino sin antecedentes. Las posibles opciones a tomar desde el punto de vista legislativo y administrativo fueron y siguen siendo el camino principal que lamentablemente no se ha seguido. Para ello, nos vemos obligados a tener que registrarnos una seria derrota no solo para los cazadores, pero sobre todo por la política y credibilidad de muchos de sus exponentes. Una herida que solo se puede curar con la valentía y con las acciones necesarias que aún hoy, si se desea, el Consejo Regional podría emprender.
Además, los efectos que serán determinados por la caza en el ZPS y en otras áreas donde no se llevó a cabo la pre-apertura. Una aclaración urgente e imperativa que la Confederación de Cazadores Toscanos vuelve a pedir con fuerza a la Región con el fin de proteger a los cazadores que realizan actividades de caza en estas áreas. En lo que a nosotros respecta, seguiremos resistiendo y fortaleciendo la futura batalla tanto en los tribunales (TAR), como por las propuestas que tendremos que formular para el próximo Calendario de Caza, conscientes de que el desgarro que se ha creado con política y credibilidad de las instituciones, caracterizará nuestra actitud futura. La "bofetada" que reciben los cazadores no implica poner la otra mejilla. ¡A cada uno sus propias responsabilidades!