Hace unos días publicado en la revista científica "Ecología y conservación global", un estudio de cuatro investigadores pertenecientes a Instituciones educativas noruegas demostró cuán importante es la contribución de los cazadores en la estudio de vida silvestre. “Un punto clave de nuestro estudio es que la colaboración entre cazadores y científicos es fructífera y debe considerarse una asociación estándar para la conservación de la biodiversidad.
El resultado es que muchas de las especies de caza se encuentran entre las especies de vida silvestre mejor estudiadas que tenemos en Europa”- dice el autor principal del estudio, Benjamin Cretois, investigador del Instituto Noruego de Investigaciones sobre la Naturaleza. En este estudio, Cretois y sus colegas investigaron la contribución de los cazadores al monitoreo de cinco grandes grupos de especies funcionales: "Ungulados", "grandes carnívoros", "aves acuáticas", "otras aves" y "caza menor".
Los resultados indican que el seguimiento gestionado por cazadores de al menos un grupo de especies está en marcha en 32 de los 36 países europeos, lo que subraya la importante papel de los cazadores en el proceso de seguimiento de la biodiversidad europea. Un papel que ahora es reconocido por la comunidad científica.