Limpieza del perro de caza, unas sencillas reglas de prevención. Presta atención al cuidado del pelaje, los dientes y las orejas.
La limpieza es fundamental para la salud del perro de caza. Se necesita atención especial para mantenerlo en buen estado de salud y en forma. Cuanta más atención le dé el cazador a su perro, más sano se mantendrá el perro y mejor será su rendimiento en la caza. A continuación, te dejamos algunas pequeñas sugerencias para el cuidado diario de nuestro perro de caza.
El primer aspecto se refiere al tratamiento de los ojos. La limpieza regular debe realizarse con algodón o gasa esterilizada. Es mejor evitar el uso de colirios (por ejemplo en caso de enrojecimiento) con diversas propiedades (antibiótico, antiinflamatorio, anestésico) sin consultar a un veterinario y, en todo caso, no por un periodo superior a dos semanas.
También es importante limpiar las orejas para cuidarlas en profundidad una vez a la semana (para perros con orejas caídas es mejor limpiar el exterior todos los días). Evite el hisopo de algodón para limpiar el canal auditivo interno (para evitar el riesgo de lesiones). El cuidado de los oídos debe realizarse con soluciones específicas. Si, en el momento de la limpieza, el perro muestra que tiene dolor, se debe consultar a un veterinario.
El cuidado dental también es fundamental. Es mejor acostumbrar al perro desde cachorro a este tratamiento, para evitar la aparición de sarro. Para la limpieza de los dientes existe en el mercado una pasta específica (con función similar a nuestra pasta de dientes común) que se aplica con un cepillo de dientes o un dedal de goma látex, un poco de hielo o darle al animal una bola blanda para que muerda; además, mientras persista el enrojecimiento, el perro debe recibir alimentos blandos y evitar los calientes. Nuevamente, no use enjuagues bucales genéricos después de consultar a un experto, ya que pueden causar una salivación excesiva y dañina. Finalmente, verifique si el perro muestra dolor y fatiga al masticar o si tiene mal aliento, podría ser una infección.
La cuarta práctica trata sobre el cuidado de la piel. Se requiere atención regular por el riesgo de formación de parásitos, como garrapatas conocidas. Existen varios pesticidas contra estos insectos: collares, aerosoles, soluciones, champús para lavar. Para limpiar el pelaje, entonces, debes intentar cepillar al perro con frecuencia y secarlo bien después del baño. En concreto, en lo que respecta al lavado, es mejor evitar el agua en los oídos y lavar al perro con demasiada frecuencia y con abundantes cantidades de productos de limpieza.
Detrás de la apariencia de un perro sano hay, por último, pero no menos importante, una dieta correcta y equilibrada. Cada perro, según su constitución, edad y raza, debe seguir una dieta específica.