Los productores que están denunciando esta situación son cada vez más y sus viñedos están en peligro. Los ungulados tienden a comer uvas y los racimos están disminuyendo constantemente. Por tanto, Coldiretti Siena ha dado la alarma: los grandes vinos sieneses están en peligro y los informes no parecen tener fin. Además, para la asociación, no existen protecciones por parte de quienes deberían tener las habilidades.
Il sistema de abatimiento no funcionó y no dio los resultados deseados. En particular, el burocracia excesiva y el tiempo demasiado largo para implementar la normativa penalizó al sector. Los únicos viñedos seguros son los vallados y "transformados en una especie de cerveza". Los productores de la Chianti se han visto obligados a tomar una medida tan drástica y, por el momento, ineficaz.